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En el sector inmobiliario no existe un mecanismo de control como tiene el sector financiero, por ejemplo. Sin embargo, nuevos modelos de negocios se fueron imponiendo en estos últimos años para la venta y construcción de edificios.
Entre los más sonados está la venta en pozo, que consiste en pagar por el inmueble antes de iniciarse la construcción. ¿Cómo se resguardan las inversiones en estos casos? Víctor González Acosta, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei), explicó que en los contratos, que tienen una implicancia legal y jurídica, normalmente se establece una cláusula de salida. Esto significa que si el emprendimiento, por algún imprevisto o contingencia, no se puede concretar, la empresa desarrolladora tiene la obligación de retornar el valor del dinero pagado hasta el momento, más el interés que ese dinero hubiera generado en ese tiempo.
“Pero cada uno tiene un modelo distinto; este es un modelo mínimo de resguardo al inversor para que tenga la certeza de que no pierde su dinero”, explicó.
Agregó que para compensar la falta de control en el mercado inmobiliario local, empresarios del sector crearon la Capadei, de manera a garantizar un manejo responsable y sostenible del mercado con educación, información, incidencia en las políticas públicas y ética en los negocios.
Por su parte, el consultor inmobiliario argentino, Miguel Pato, habló también de qué sucede cuando existe una contingencia imposible de prever, puede hacer que una obra se detenga. “Lo habitual es que si un proyecto está hecho por un desarrollador, él es responsable de todo. Tiempo es plata, solucionarlo es plata. He visto cómo se resuelve en distintos lugares. Con preventa, los inversores tienen que poner más plata, o el que cometió el error o si contrataron un seguro, este pone más plata, pero sí o sí alguien tiene que poner más plata”, sentenció.
Agregó que cuando la venta se da en pozo, puede o no haber garantías para el inversor, por ello se debe analizar la seriedad de la empresa desarrolladora y la manera en que se financiará la obra.