Comisión del Pilcomayo no asume gravedad de la sequía en el Chaco

La comisión nacional niega ante la opinión pública la realidad que enfrenta hoy la zona del Pilcomayo. Mentir no es suficiente para ocultar una realidad: el río no ingresó y se tiene mortandad de animales.

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El ingeniero Óscar Salazar Yaryes, director de la comisión nacional, insiste ante los medios de comunicación en dar una imagen del Pilcomayo que no se compadece con la realidad.

En diferentes entrevistas insiste en que se tiene una situación bajo control y que en poco tiempo comenzarán los trabajos para recuperar el río.

No dice una sola palabra sobre la mortandad que afecta a la fauna silvestre y que comenzó también a producir daños en la producción pecuaria.

Tampoco habla de la colmatación que afecta a la cañada La Madrid y menos aún sobre qué se hará con los sedimentos.

Menos aún habla de cómo se hará para traer nuevamente la embocadura de nuestro canal a territorio paraguayo, que desde el año pasado está en tierras argentinas.

La realidad del Pilcomayo es que la comisión nacional fracasó en el objetivo de recuperar las aguas del río.

No tenemos agua y las consecuencias se encuentran a la vista.

En procura de ocultar el fracaso, el ingeniero Óscar Salazar Yaryes opta por mentir a la opinión pública; no tiene otra alternativa para salir del apuro en que se encuentra.

Un año sin llegar a la zona

En junio de 2016 fue la primera y última vez que el ingeniero Óscar Salazar Yaryes se reunió en el Chaco con pobladores del Pilcomayo.

Llegó a la estancia Agropil unos días después de asumir el cargo de director de la comisión nacional; prometió trabajar junto con los pobladores.

Reconoció la importancia que tiene el conocimiento empírico de los pobladores sobre el comportamiento del río y aseguró que esa experiencia sería utilizada en favor del río.

También dijo que “el Pilcomayo es causa nacional”.

Nunca más apareció por el lugar y menos aún volvió a reunirse con los pobladores chaqueños.

El “divorcio” vino cuando los lugareños cuestionaron la intención de abrir la embocadura del canal sin realizar previamente una limpieza de la cañada La Madrid.

Se parte de una cuestión lógica y natural: de nada sirve tener la embocadura abierta si no existe un canal que pueda conducir al Pilcomayo hasta el interior del Chaco.

Ese conducto es la cañada La Madrid, cauce que se encuentra colmatado y cubierto de vegetales.

Dada la magnitud del trabajo que queda por delante, no es posible realizar una licitación a fines de agosto para que las obras comiencen en octubre; en diciembre vienen las lluvias.

roque@abc.com.py

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