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Hacia finales de 2016, las cosas empezaron a mejorar en algunos sectores claves, como servicios y el comercio, y los clientes empezaron a regularizar su situación con sus intermediarias. Entre las primeras señales de esta mejora, se destaca la disminución del nivel de morosidad bancaria que en diciembre último se ubicó en 2,8%, frente a 3,21% del mes anterior, según se pudo observar en el último reporte de indicadores financieros que el BCP presentó ayer.
Sobre este resultado, Bernardo Rojas, director de Estadísticas Macroeconómicas, detalló que la disminución de la tasa de morosidad se dio fundamentalmente por dos factores: primero, porque los bancos estuvieron más activos en la entrega de créditos, y porque se registra una disminución de la cartera vencida de los clientes. “Un doble efecto que ayudó en este caso a una disminución de 50 puntos básicos de la morosidad en el mes de diciembre”, expresó el economista.
No obstante, agregó que es preciso esperar el transcurso de los siguientes meses para asegurar que se trata de un resultado sostenible. “Preferimos ser prudentes y esperar para ver si los siguientes meses van a tener el mismo comportamiento. Y ver si esto es una tendencia o señal de recupero más consistente para el sistema financiero”, apuntó.
Atrasos en construcción
En lo que se refiere al segmento de la construcción, que en noviembre pasado alcanzó un registro récord de 6,47% de morosidad sobre su cartera, Rojas explicó que hubo un “error” de registro de datos de parte de las intermediarias que facilitan las cifras al BCP. No obstante, subsanado el inconveniente, igualmente la morosidad en el segmento de construcciones corporativas se ubicó en 4,35% entre las más altas junto al segmento de consumo (5,88%) y comercio minorista (5,14%).
Otros datos que reflejan una mejora, son los que reflejan que las entidades bancarias disminuyeron hasta un 16% el ritmo de cancelación de cuentas corrientes bancarias de sus clientes al cierre del año.
El reporte también muestra una disminución sostenida en el saldo de préstamos refinanciados, renegociados y reestructurados, evidenciando el cumplimiento de clientes con los compromisos asumidos.