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Inmediatamente después de la asunción de Michel Temer como presidente interino del Brasil, en sustitución de la suspendida Dilma Rousseff, incursa en un proceso de juicio político, comenzaron los cambios en el Ejecutivo del vecino país, incluso con la supresión de varios de sus órganos.
En el área de energía se produjo el relevo del anterior ministro, Marco Antonio Martins Almeida, por Fernando Bezerra de Souza Coelho Filho.
Como el sector eléctrico también depende del Ministerio de Minas y Energía, el desplazamiento del director general brasileño de Itaipú, Jorge Miguel Samek, tras dos períodos y medio de permanencia en el cargo, es un hecho, según las fuentes consultadas.
Tampoco se descarta que los seis directores brasileños, así como la media docena de consejeros sean arrastrados por los vientos de cambio que estremece al Brasil.
La nómina actual de directores brasileños es como sigue: Airton Dipp, director técnico ejecutivo; Margarett Mussoi Luchetta Groff, directora financiera ejecutiva; Nelton Miguel Friedrich, de Coordinación; Edessio Passos, administrativo, y Cezar Eduardo Ziliotto, jurídico.
Entre los consejeros están el presidente de Eletrobrás, José Antonio Muniz López, y el representante de Itamaraty, Sérgio Franza Danese.
¿Malcorra a las NN.UU.?
El último fin de semana, los medios argentinos informaban que el presidente argentino, Mauricio Macri, ya tenía lista la carta de nominación de su actual canciller, Susana Malcorro, como candidata a Secretaria General de las NN.UU., organismo multilateral en el que la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina fue jefa de Gabinete.
Tras la asunción del nuevo Gobierno argentino, la Cancillería de ese país reintegró a sus funciones las negociaciones con nuestro país sobre la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que antes estuvo en manos del desaparecido Ministerio de Planificación e Infraestructura.
Hasta hoy, casi 26 meses después del fenecimiento del plazo de 40 años que establece el Tratado de Yacyretá, para la “revisión” de su Anexo C, las tratativas, pese a los optimistas anuncios del gobierno de Horacio Cartes, están prácticamente congelados.
“Ni el monto de la deuda imputada a la EBY pudo definirse aún”, recordaba una fuente, razón por la cual concluyen que la salida de Malcorra, para nuestro país sumará otro obstáculo a las ya dilatadas y hasta hoy estériles negociaciones.
Pendientes y sin resolución
Un examen, por cierto superficial, de los problemas que afectan a las entidades binacionales en las que nuestro país es socio, propietario por partes iguales, dejaría entrever los siguientes problemas:
1. Yacyretá: Atraso de casi 26 meses en la “revisión” de las disposiciones del Anexo C del Tratado. Hasta la fecha no pudo acordarse aún el monto real del pasivo de la entidad binacional.
2. Itaipú: El plazo de 50 años para la “revisión” del Anexo C del Tratado se cumple en menos de siete años. La tarifa de Itaipú está congelada hace cinco años, reiterándose una situación parecida a la que en los años 80 produjo la deuda espuria de Itaipú.