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La negociación por las acciones del Banco Nacional de Fomento (BNF) en Bepsa está bastante avanzada y el trato podría cerrarse esta semana, indicó Scavone tras la reunión que mantuvieron ayer con los directivos del banco estatal. “Fuimos los únicos oferentes, y quedan algunos detalles nada más, como ajustar algunos números para ser más precisos y determinar la forma de pago”, indicó el ejecutivo.
Si el grupo Scavone cierra trato con el BNF, se quedará con las acciones mayoritarias, más del 60%, mientras que la otra parte, Procard, se quedaría con el 30% de participación, además de los otros socios minoritarios.
Procard es propiedad mayoritaria de Bancard (más del 80% de las acciones), de ahí el temor de la gente de Bepsa de que su competidor pueda adquirir las acciones del BNF y que todo el mercado de tarjetas sea controlado por un solo participante (Bancard).
Este desenlace sobre la participación accionaria en la procesadora en cuestión representa un alivio en parte, ya que la lucha contra un eventual monopolio en el negocio de las tarjetas sigue en pie, según Scavone.
De todas formas, directivos de Bancard ya aclararon el viernes último en un comunicado que la firma no compró ni recibió oferta alguna para la compra de las acciones del BNF en Bepsa.
Marcas internacionales
Como Bepsa no tiene licencia para operar con marcas internacionales (Visa o MasterCard), se alió con Procard en una estrategia comercial. Luego, en 2012, Bancard adquirió más del 80% de las acciones de Procard, liderando así la licencia de marcas internacionales.
Desde entonces Bepsa ha instalado una gestión insistente para conseguir la licencia directa con las marcas internacionales, pero sin respuesta hasta la fecha, dijo Scavone. A esto se suma el pedido de comercios de una segunda opción en materia de costos del servicio, acotó.
En el marco de esta lucha, la semana pasada, Bepsa elevó un pedido al Consejo Nacional de Comunicaciones (Conacom) a fin de que el referido grupo inicie una investigación sobre la situación que afecta la posibilidad de dar más opciones a los comercios y usuarios del dinero plástico y demás plataformas electrónicas.
“La libre competencia está basada en la libertad de decisión de los agentes que participan en el mercado, libertad de decisión que hoy no tienen, al menos en lo que se refiere a marcas internacionales”, indicó el ejecutivo. Agregó, además, que instalará la lucha a nivel de los gremios empresariales a fin de conseguir el respaldo de los comercios, entidades financieras, cooperativas y usuarios en general que están siendo afectados.
El parque de tarjetas de Bepsa se compone de unas 450.000 unidades de débito (la mayor parte para cobro de salario del sector público), 40.000 tarjetas de crédito y unas 40.000 tarjetas prepagas de Tigo Money.