Cargando...
Según confirmaron a ABC Color fuentes vinculadas a la APF, el nuevo informe fue solicitado inmediatamente después de que una loseta del sector de Preferencias cediera y un hincha sufrió lesiones durante un partido del Sportivo Luqueño en julio pasado.
El informe pericial fue entregado esta semana y ratificó que el Feliciano Cáceres no cuenta con la seguridad estructural necesaria para seguir siendo utilizado.
Dos años en el cajón
La APF y el Sportivo Luqueño cajonearon durante dos años el primer informe sobre las condiciones del Feliciano Cáceres.
En julio de 2016, la APF y la entidad luqueña recibieron un informe en el que se alertaba sobre los problemas estructurales que sufría uno de los estadios más importantes del fútbol paraguayo. Aun así, la dirigencia decidió seguir utilizando el recinto hasta julio pasado cuando cayó parte de las gradas de Preferencias.
“El estadio Feliciano Cáceres del Sportivo Luqueño NO SE ENCUENTRA EN CONDICIONES SATISFACTORIAS DE SEGURIDAD ESTRUCTURAL PARA SU USO”, advertían técnicos en los documentos.
El informe fue solicitado por la misma APF. Ramón González Daher, uno de los amos y señores del Sportivo Luqueño, fue entonces vicepresidente primero de la matriz del fútbol paraguayo, que decidió simplemente cajonear el reporte. González Daher había ejercido la presidencia de la institución de forma interina hasta abril de ese año, cuando asumió Robert Harrison.
De acuerdo con las conclusiones del informe, la estructura del Feliciano Cáceres presentaba ya importantes deterioros para la segunda mitad del 2016.
Una de las conclusiones señalaba que en los sectores de Plateas y Graderías (Norte y Sur) se pudo evidenciar la corrosión de la armadura metálica. Es decir, la estructura sobre la cual se sostiene el resto del coliseo presentaba una situación preocupante.
“Puede llevar al colapso de un sector de las losas bajo ciertas condiciones de sobrecarga”, se advertía en el documento.
A pesar de ello, el recinto siguió siendo habilitado para partidos oficiales a nivel local e internacional.
El Feliciano Cáceres fue clausurado recién el 23 de julio pasado, luego de un pequeño derrumbe. Durante dos años, miles de personas fueron expuestas al riesgo de un posible derrumbe como el que ocurrió en 2009 en el Defensores del Chaco.