De canillita, a futbolista profesional

La de David Villalba (foto) es una historia conmovedora, como muchas de las que surgen con deportistas del interior, que tuvieron que sufrir para llegar al fútbol profesional. Algunos logran su objetivo al no bajar los brazos; otros no. “Vendía diarios”, respondió el defensor del General Díaz, a la consulta de a qué se dedicaba antes de meterse de lleno a la pelota.

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Hermes David Villalba Jaquet es del barrio Inmaculada de San Pedro del Ycuamandyyú, tiene 26 años y lleva apenas su segunda temporada en Primera.

Nacido el 25 de marzo de 1991, inició su carrera en el Nanawa de San Pedro. También militó en Lucero del Alba de Limpio, en el Deportivo Liberación y saltó a la consideración al militar en el 2016 en River Plate, que pese a descender, le sirvió de vidriera para pasar al “Águila”, al que había probado un par de años antes y “rebotó”. Tuvo su revancha y hoy es titular en la zaga central en compañía de un “extranjero”, Carlos González, el popular “polaco”.

En el 2016, David acumuló 25 partidos con el Kelito, 24 de ellos como titular. En el presente ciclo lleva 21 presentaciones, todas ellas “desde el vamos”.

Villalba, además de agradecer la posibilidad que tiene de jugar en Primera en un club familiar y cumplidor, sueña con una transferencia para ayudar al crecimiento de su humilde familia. 

Después de su experiencia como canillita y tras dejar a gente, abandonando sus estudios, fue recorriendo instituciones modestas, anhelando algo mejor en su carrera, porque salvo excepciones, el balompié de tierra adentro solo ofrece “polietileno (hule, en la jerga popular).

El Clausura es comandado por elencos de la “Ciudad de la música”, Luqueño y General Díaz, que el 22 de setiembre pasado cumplió 100 años de vida institucional, que está muy cerca de lograr uno de sus objetivos, la participación por sexta temporada en el circuito superior.

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