¡Un brindis por la vida!

Quizás los más longevos sobrevivientes del fútbol de épocas pasadas en nuestro país. De los campeones con Presidente Hayes del 52, quedan tres guerreros que siguen contando aquella hazaña para el Fortín de Tacumbú. Asunción “Reino” Caballero (87 años), Manuel “Nene” Jara (90) y Teobaldo “Capachelo” Melgarejo (próximo a cumplir 87), exponentes del histórico equipo de las estrellitas que inscribió el nombre del club para siempre entre los más ilustres del balompié paraguayo, nos cuentan cómo transcurren estos días en sus respectivos domicilios y parte de sus vivencias con el deporte que los apasiona. Un brindis por la vida, para quienes llevamos el fútbol en la sangre.

Formación  del 52. Pedro Cabrera, Rubén Noceda, Cándido Duarte, Asunción Caballero, Derlis Mañotti, Gregorio Ovelar y Magín Gómez, DT (de pie). Pablo Domínguez, Hipólito Meza, Manuel Jara, Fausto Laguardia, Teobaldo Melgarejo y Rubén Melgarejo (en cuclillas).
Formación del 52. Pedro Cabrera, Rubén Noceda, Cándido Duarte, Asunción Caballero, Derlis Mañotti, Gregorio Ovelar y Magín Gómez, DT (de pie). Pablo Domínguez, Hipólito Meza, Manuel Jara, Fausto Laguardia, Teobaldo Melgarejo y Rubén Melgarejo (en cuclillas).

Cargando...

El “cañonero” de Tacumbú

Vaya nombre que le dieron a Teobaldo “Capachelo” Melgarejo, en su época de futbolista y no era para menos. El expuntero derecho hayista y del Olimpia era poseedor de un remate fulminante que incluso en un partido del Hayes contra Cerro Porteño en el antiguo estadio de Sajonia hacía el muro del sector Sur, rompió la red del arco azulgrana y solo después que Salvador Breglia, del Ciclón, llevó la pelota hacia el medio, el árbitro y todos se percataron que fue gol.

Hoy día en su domicilio del barrio Vista Alegre, nos cuenta como vive estos días de cuarentena: “Hace treinta días que no salgo ni en el portón (riendo). Mi gente me mezquina demasiado, por la edad misma y tengo que hacerles caso y cuidarme”. Agregó: “Yo soy del barrio Tacumbú. Fui funcionario del IPS por 33 años y al jubilarme la institución me compró la casa donde vivo hace ya 55 años después de casarme y dejar el fútbol. Tengo dos hijas casadas, una en Estados Unidos y otra en Lambaré. En casa estamos solos, mi señora y yo”.

Nacido el 1 de julio de 1933, el “cañonero” recordó: “Vi en este diario que recordaron al Libertad del 55, que fue una sensación. A ese equipo ese año le ganamos en su cancha 3-2. Marcaron para Hayes, Fausto Laguardia, Benicio Benítez y Juan León Cañete. Y en el 52, cuando fuimos campeones, también le ganamos a ese equipo de Libertad que era casi el mismo, en cancha de Hayes 2-1”.

En ese tiempo casi medio equipo de la selección eran jugadores de Libertad. Nosotros teníamos al arquero Rubén Noceda, en el Sudamericano de Lima donde Paraguay fue campeón y jugó un partido ahí. En la preselección estuvimos, Reino Caballero, Rubén Noceda, Cándido Duarte y yo. Pero fue en el mismo tiempo que Hayes debía jugar en Montevideo aquella Copa internacional que fue previa a la Copa Libertadores, por lo que nosotros renunciamos a ir a la selección para priorizar a nuestro club. El único que se quedó en la selección fue Noceda”.

Reseñó: “Nosotros participamos con Hayes de esa Copa. Participaron los uruguayos, Nacional y Peñarol, Fluminense y Botafogo, de Brasil, Colo Colo chileno, más los europeos, Dínamo y FK Austria de Viena. Contra todos jugamos, pero éramos inocentes frente a esos equipos. Empatamos contra Dinamo 1-1 y Colo Colo 1-1. Debutamos contra Peñarol, que tenía nueve jugadores del Uruguay campeón del mundo del 50. Apenas nos ganó 2-1. Estábamos ganando uno a cero. En el segundo tiempo dieron vuelta. Había más de 40.000 gargantas gritando ahí y era impresionante para nosotros. Salíamos del túnel y parecían moscas las personas en las gradas. Yo tenía 18 años entonces”.

Retrocediendo al histórico título del 52, Capachelo, señaló: “Jugamos contra Sol el penúltimo partido y le ganamos en su cancha. Ellos iban a dos puntos de nosotros. Si nos ganaban nos alcanzaban y le ganamos 2-1. El último partido fue contra River, en nuestra cancha. Nos seguían en puntaje Cerro y Libertad. Había en la cancha gente de esos dos clubes alentando a River. No nos salía casi nada y a River todo. Ignacio Colmán, uno de los mejores volantes de esa época, desde la media cancha tiró y marcó un golazo para River. En el segundo tiempo dimos vuelta con goles de Meza y Sixto Noceda y ganamos. Dimos la vuelta olímpica y el festejo duró casi cinco días. Para un equipo humilde salir campeón era algo extraordinario”.

Perdió en la votación

Siguió relatando: “En el 57 descendimos a la Segunda, como se llamaba antes y eso fue lo más triste que viví con el Hayes. Para el ascenso se armó un equipo fuerte y empezamos a ganar seguido. Yo era el goleador. La selección fue a Pozo de Calda, en Brasil, para prepararse antes de ir al Mundial de Suecia en el 58. Rogelio Bedoya, era wing derecho suplente de la selección y se había fracturado. Aurelio González, era el técnico y pidió por mí, estando yo en la segunda con Hayes, pero goleador. Entonces los clubes grandes como Cerro, Olimpia y Guaraní, mandaban. El representante de Hayes en la Liga me dijo preparate, te vas a la selección. Pero se reunieron los clubes grandes y dijeron, no, vamos a llevar a votación. Y le metieron a uno de Cerro y a otro. Yo perdí diez a uno la votación, pero eso no me afectó. Lo acepté y al año siguiente, en el 59, don Aurelio, me hizo comprar para Olimpia. Ese año jugué todos los partidos y salimos campeón invicto. Luego en el 60 repetimos para el penta campeonato. Ese año se jugó la primera Copa Libertadores. En el 61 perdimos el campeonato con Luqueño en el estadio y se desarmó ese equipo de Olimpia. Después volví al Hayes hasta el ‘64, me cansé y me dejé del fútbol a los 31 años. Joven aún, pero era otra la vida, distinta a la que ahora lleva el futbolista, era otro ambiente. Yo trabajaba hasta la una, almorzaba y a las tres era el entrenamiento, era muy esforzado. Ahora, hasta los 40 años pueden jugar los futbolistas si se cuidan. Yo era de los que se cuidaban mucho, no tenía vicios y no era de farrear”.

El club actualmente

De la referencia que tiene del Hayes de hoy, apuntó: “Los dirigentes actuales desconocen el club. Una vez fui para un partido y no me conocían. Tuve que mostrar mi carné de socio vitalicio para entrar. Me sentí muy mal vi solo el primer tiempo, luego me fui y desde esa vez no asistí más a los partidos del Hayes”.

Añadió: “El club está en decadencia total porque faltan dirigentes. No se formó para el futuro. Hay muchachos jóvenes del barrio que le quieren al club pero no están preparados para estas cosas. En un momento llegaron extraños a tomar el club y todo se volvió de otra forma. Cerraron el portón de las bochas que era un lugar sagrado para los hayistas. La última vez que fui ahí no pude entrar. Es una lástima porque era un club popular. A nosotros, gente de otros clubes nos conocían por la calle y nos saludaban. Era muy gratificante y ahora se perdió todo eso”.

Del “Reino” de los grandes arqueros

Fue uno de los dos arqueros del Hayes campeón del 52, junto a Rubén Noceda. Asunción Leoncio Caballero, nacido el 5/532 en el barrio Tacumbú de la capital, sigue viviendo calle de por medio del club de sus amores. “Estamos todos de caseros ahora, qué le vamos a hacer. Esta situación que se está viviendo es muy delicada y la gente de nuestra edad tiene que cuidarse mucho, no hay otra alternativa”, señaló Caballero.

Asimismo indicó: “Yo jugué en el Hayes desde la Sexta División, luego quinta, cuarta común, cuarta especial y primera. En todas las divisiones fuimos compañeros y campeones. Para el título del 52 subimos de la quinta ocho jugadores de 18/19 años y con 19 debuté en Primera”.

Acotó: “Siempre me mantengo al tanto del fútbol porque es lo que me gusta. Siempre hayista de corazón. Yo jugué en Olimpia y también salí campeón, pero nací y me crié en el Hayes, por lo que lo llevo en el alma. En el 58 fui campeón invicto con Olimpia. En aquel tiempo no había premios ni nada. Se pagaba por entrenamientos pero no había sueldos. Fuimos a la primera Copa Libertadores en el 60 y jugamos la final contra Peñarol. Uno no se puede olvidar de eso. Jugué los dos partidos. En Montevideo perdimos 2-1. Acá estábamos 1-1 y se suspendió el partido. A los 19’ del segundo tiempo el línea cayó al suelo. Le arrojaron un objeto, se suspendió el partido y ganaron los uruguayos esa copa. Fueron partidos memorables para mí. Hoy solo quedamos cuatro integrantes de ese equipo de Olimpia”.

Prosiguió: “En la selección estuve como cinco veces. Antes iban dos arqueros nomás a la selección, ahora van tres y a veces cuatro. Estando en Hayes no llegaba más allá de la preselección y después siempre quedaba al margen porque era joven (22/23 años) y solo dos lugares había para arqueros. Estuve en el sudamericano de Montevideo a mediados de los 50 y en varios amistosos por Copas como antes se jugaba, contra Brasil por la copa Osvaldo Cruz, Bolivia, Argentina. Para Suecia ‘58 iba ir, pero se fue Maggereger, de Nacional. Antes se jugaba solo ida y vuelta las eliminatorias y me tocó ser tercer arquero”.

Recordó además: “Después del Olimpia fui al club Politécnica de Ecuador, en Quito. El técnico era, Alejandrino Genes, exjugador de Nacional, radicado y fallecido en Colombia. Me mandó los pasajes y fui en los 60, ya que no hubo acuerdo para seguir en Olimpia. Volví de Ecuador y yo jugaba básquetbol también, capitán del Hayes por mucho tiempo. Me dijeron que se iba jugar por no descender contra Cerro en su cancha. Me hicieron la liga y fui a jugar ese partido y ahí me lesioné en una rodilla. Tuve rotura de ligamentos y ahí decidí dejarme del fútbol, con 29 años”.

Añadió: “No se me antojó entrar en la dirección técnica. Acostumbro ir a la cancha cuando juega Hayes, cuando mi hijo (John Caballero) jugaba, con más razón. Hasta ahora voy a ver al Hayes, con mi señora, María, incluso cuando juega en el interior”. Don Reino también es padre de Mely y Edwar.

Refiriéndose al momento actual del club, manifestó: “Yo vivo en 11ª Proyectada entre 14 Mayo y Alberdi y cerraron el portón por el cual yo entraba dando diez pasos desde mi casa. Hay división con la directiva actual porque no son verdaderos hayistas los que están al frente. La bocha es una reliquia del club. Uno de los mejores equipos de Sudamérica tiene el Hayes en Bocha y se la quiere eliminar de la institución por caprichos personales. Deberían abrirle nuevamente las puertas a los verdaderos hayistas que viven en el barrio y que siempre tuvieron al club como su segunda casa. Somos pocos y no tenemos que andar divididos. Nuestro equipo nunca más volvió a ser el de antes. Bajamos vertiginosamente a la división C y sabemos lo que cuesta volver a subir. Yo quisiera estar al menos en la Intermedia para poder ver a mi club en buenos partidos”.

Eterno “Nene” de 90 abriles

Es toda una recarga de energía conversar con Manuel Marcelino Jara Velázquez, o simplemente, Nene Jara, como fue conocido en sus años de futbolista con la casaca de las estrellitas. Como se encuentra, le preguntamos y respondió: “Bien, a pesar de la situación que vivimos actualmente con esta enfermedad que está castigando a todo el mundo. No salgo de casa porque me cuesta caminar. Vivo a una cuadra del Hayes pero no voy más a la cancha. Depende de que pueda caminar un poco para volver a ir. Sigo el fútbol por televisión y llegué a ver a mi querido Presidente Hayes en un partido por la Copa Paraguay”.

Casado con doña, Edelmira Bernal, Nene Jara, tuvo cinco descendientes: Víctor Manuel, Elena (fallecida), Enrique, Gilda y Mirtha. Añadió: “Me cuido mucho en cuanto a mi salud porque ya tengo 90 años. Soy el más viejo de los que aún quedamos de aquel equipo campeón del 52. Suelo refrescarme un poco con unos sorbos de cervecita recordando viejos tiempos. Soy hayista cien por ciento. Mi papá y mi tío también jugaron en el club. Después de aquel título del 52 yo seguí en el Hayes. Me retiré en el 53, cuando casi salimos otra vez campeón. Jugamos último partido contra Luqueño en la cancha de Hayes y perdimos 2-0, cuando el arquero de Luqueño le tapó un penal a Capachelo. Estuvimos cerca de un bicampeonato”.

Nene Jara, nacido el 18 de junio de 1929 en Asunción, siguió diciendo: “En el 54 jugué algunos partidos. Sufrí una lesión de rotura de meniscos. Jugué un tiempo y me operaron. Salió todo mal la operación. En el 57 jugué otra vez algunos partidos con rodillera y vendado. Ya no corría como antes. Con el Hayes fuimos a Bolivia en una gira por La Paz, Oruro, Cochabamba, con Aníbal Díaz, como entrenador. Antes de eso, en el 53 jugamos con Hayes la Copa de campeones en Montevideo. Llevamos algunos refuerzos pero no se pudo hacer buena campaña porque demasiado bien jugaban esos tipos. Contra Fluminense jugué de titular y empatamos 1-1”.

De su trayectoria, señaló: “Comencé jugando de centrodelantero en la cuarta común. Jugué dos partidos y ya pasé a Primera. Siempre jugué en el Hayes. Una vez se jugó con Atlántida en cancha de Nacional. Estábamos 1-1 y se suspendió faltando 12 minutos por una tormenta. La parte final se jugó en el Estadio y ahí yo debuté en primera. El segundo gol para Hayes anotó, Juan León Cañete, para ganar ese encuentro”.

Continuó: “Contra Sol en su cancha, fue el partido antes del final para el título del 52. El técnico, Magín Gómez, me puso de wing derecho. Íbamos perdiendo y en el segundo tiempo, pasé a la izquierda y Fausto Laguardia pasó a la derecha. Logramos ganar y también el último partido contra River en nuestra cancha, 2-1 después de ir perdiendo uno a cero. Hayes llevaba mucha gente a los partidos y cuando volvimos al club para festejar ya estaban los barriles de chopp en la pista”.

De lo que sabe del club actualmente, indicó: “Tengo informaciones de que anda todo mal. Faltan dirigentes que tengan amor por el club. Me fui varias veces a firmar para la asamblea pero hace rato que no voy más. Solía ir a la bocha a pasar un rato, pero ahora clausuraron ese portón sobre 11ª Proyectada. Fui una vez a un partido y vinieron dos muchachos jóvenes que no sabían que yo fui jugador del club. Entonces dejé de ir, pero espero todavía poder ver nuevamente al Hayes en un sitial elevado”.

Acerca del fútbol actual, señaló: “Hay progreso actualmente en muchos aspectos. Es muy distinto a lo que era antes, ahora es más profesional el fútbol. Antes se cobraba por entrenamiento. En el 52 por partido ganado cobrábamos 3.000 guaraníes que ya era buena plata y eso incentivó también a los muchachos para salir campeones”.

spena@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...