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Recientemente, Paraguay obtuvo una medalla de bronce y dos menciones de honor en la Olimpiada Internacional de Matemática, que se realizó en Sudáfrica. Detrás de los chicos hay un grupo de gente que los prepara durante varios meses para haber llegado a esos resultados. Es la familia de Omapa.
Gabriela Gómez Pascuali es una entusiasta de la ciencia y la docencia. Pudo unir ambas pasiones y concretar así talleres intensivos de matemática en vacaciones de verano. En 1989, un poco después de la caída de la dictadura, la IV Olimpiada Iberoamericana de Matemática se realizaría La Habana, Cuba.
Pero un gobierno de transición, todavía anticomunista e ignorante de los alcances del evento, prohibió la participación paraguaya.
Con desilusión, pero todavía con ganas de emprender proyectos, Gómez Pascuali, actual directora de Omapa, decidió seguir adelante desde el ámbito privado. Así fue que el colegio Dante Alighieri abrió sus puertas y allí se creó la Academia de Matemática y Ajedrez, que organizaba las Olimpiadas Nacionales. La idea fue creciendo y con apoyo del Prof. Rodolfo Berganza se creó algo mucho más grande.
Paraguay volvió a las competencias internacionales en 1994, aproximadamente. Y, como se requerían más formación y seguimiento para los chicos, finalmente se creó formalmente Omapa en el 2000.
El modelo de la organización no solo es buscar a los alumnos más destacados en matemática, sino que hay un proceso largo de talleres, cursos y competencias que hacen que se pueda aprender más y mejor. Gracias a Omapa se pudo llegar a más de 300.000 estudiantes, que participaron en la Olimpiada Nacional de Matemática el año pasado, un 60% del total de estudiantes matriculados, esto gracias a un convenio entre la nucleación, el Ministerio de Educación y Cultura y la Itaipú Binacional.
También se pudo capacitar a unos 3.334 docentes y se logró llegar a las comunidades indígenas.
Este es el modelo que puede ser replicado en otros países. La experiencia paraguaya fue tomada como ejemplo de masificación de la ciencia y reconocida por expertos internacionales en el Taller Internacional del ICSU sobre la Enseñanza de las Matemáticas en América Latina, realizado recientemente en El Salvador.
En el encuentro se resolvió reconocer los programas que se han llevado a cabo exitosamente en el país, “como una estrategia para fortalecer la matemática escolar”.
Esfuerzo y victorias
El modelo de Omapa es fruto del sacrificio de docentes, directores, supervisores, estudiantes y familiares quienes desean mejorar la educación matemática de los niños y jóvenes. La organización no solo se centra en la formación con números, también organiza la Olimpiada de Astronomía y Astronáutica, la Olimpiada de Informática, y ayuda al fortalecimiento de Ficiencias (Feria de Innovación en Ciencias e Ingeniería), creada por el Parque Tecnológico Itaipú. Además, tiene programas de jóvenes talentos, de iniciación científica, de educación ambiental y método científico.
En su haber, ha ayudado a Paraguay a conquistar un total de 104 medallas y 92 menciones, en las competencias de matemática y astronomía, de la región y del mundo entero. Se concretaron 3 de oro, 19 de plata y 82 de bronce, contabilizando hasta la última participación de nuestro país en Sudáfrica, hace unos días.
Pero, aún así, Omapa no tiene muchas fuentes de financiamiento y espera volver a tener un convenio con Itaipú, para continuar con su trabajo de buscar jóvenes talentos e incentivarles plenamente.