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Scasso señaló que Paraguay fue pionero en implementar un programa de educación en matemática para profesores a través del uso de nuevas tecnologías. Añadió que hoy ese proyecto, denominado Ñandutí, se ofrece a todos los países iberoamericanos, debido al éxito que tiene.
Agregó que la OEI trabaja coordinadamente con el Ministerio de Educación y Cultura, para implementar los programas.
Sobre el estudio de la OEI acerca de la falta de vocación científica en los jóvenes paraguayos, Scasso manifestó que se esto se debe a varios factores, pero que una de las principales radica en la falta de una buena enseñanza de las ciencias, especialmente física y química. Según datos del organismo multilateral, 40% de los adolescentes que se encuentran en la secundaria no quieren estudiar una carrera científica por temor a la utilización de los números y las fórmulas.
“Las matemáticas, a diferencia de la historia se da por proceso acumulativo. En la historia uno puede estudiar cualquier etapa, cualquier periodo, y no perderse, pero en matemática o física no se puede hacer esto. El aprendizaje aquí es acumulativo. Si uno no aprende lo básico, luego no puede pasar a resolver las ecuaciones más complejas que se presentarán”, expresó.
Scasso afirmó que como el problema es multicausal, también se deben presentar soluciones con múltiples vías. Dijo que para incrementar las vocaciones científicas hay que mejorar la enseñanza de las ciencias y la sociedad en su conjunto debería interesarse por estos temas.
“La gente tiene que conocer qué implica ser un ingeniero, un científico o un investigador. Tienen que saber que los científicos no son como los pintan en las películas, sino que trabajan para solucionar diversos problemas que tienen los países”, resaltó.
Añadió que hoy en día un investigador recibe buena remuneración económica por su labor, por lo que muchos más jóvenes podrían iniciarse en una carrera científica y así también contribuir con el desarrollo de Paraguay.