El decano de la astronomía en el Paraguay cumple 30 años de vida

Nació con el paso del cometa Halley, organizó la observación del eclipse solar de 1994 y coordinó el Año Internacional de la Astronomía en nuestro país. Hoy, a 30 años de su fundación, el Club de Astrofísica del Paraguay sigue innovando y trabajando para divulgar la ciencia de Urania.

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A mediados de los 80, el sistema educativo todavía albergaba la materia de cosmografía, las revistas científicas que llegaban eran escasas, el fin de la dictadura estaba cerca y la población se preparaba para el paso del cometa Halley.

A finales de 1985, un grupo de ingenieros y profesionales de diversas ramas se organizaron para preparar un evento sensacional: el paso del Halley, que se da cada 76 años. Motivados por la presencia en Paraguay de los astrónomos Richard West y Jorge Sahade, de la Unión Astronómica Internacional, se organizó un debate en la facultad de Ingeniería de la UNA, que duró desde las 19:00 hasta las 02:00 am del día siguiente.

Luego de eso comenzaron las reuniones sabatinas y, aunque tenían escasos telescopios y binoculares, con una gran pasión por los astros fundaron el Club de Astrofísica del Paraguay, que llegó a tener 53 socios en los primeros tiempos. Un poco más tarde realizaron en total 200 charlas entre 1985 y 1986, en diversas instituciones educativas, culturales y deportivas para que nadie se pierda del Halley.

Miguel Ángel Volpe, catedrático y presidente del CAP, señaló que luego del paso del cometa realizaron cursos teórico-prácticos y observaciones astronómicas, sobre todo en las vacaciones de verano e invierno. “Gente como el Dr. Alexis Troche Boggino o Blas Servín ofrecieron algunos de los cursos en los primeros años. Para comprar nuestro primer telescopio llegamos a vender rifas. Lo tenemos hasta el día de hoy”, indicó Volpe.

La democracia

La llegada de la democracia al Paraguay se vio acompañada con la observación de un eclipse lunar, en mayo de 1989, en el cerro Lambaré, donde por primera vez los medios de comunicación, especialmente los canales de TV, transmitían en vivo este fenómeno celestial.

Para el eclipse de noviembre de 1994, el CAP fue uno de los principales grupos que trabajaron para el día de observación. Los miembros se prepararon dos años para este evento. “Asunción era la única capital por donde se vería el eclipse, por eso había mucho interés. Japón fue el país que más colaboró con nosotros”, recordó el Ing. Volpe.

El CAP no solo ofreció charlas y conferencias, también fabricó alrededor de 200.000 filtros solares para ver el eclipse. El diario Noticias (hoy extinto) les compró 80.000 unidades, Itaipú 5.000 y el resto se vendió en todo el Paraguay.

El Club no solo organizó esos dos grandes eventos, también coordinó el Año Internacional de la Astronomía, en el 2009, que se inauguró en la ciudad de Concepción y dirigió las Olimpiadas de Astronomía y Astronáutica en Paraguay, además de lograr que nombres paraguayos figuren literalmente entre los astros.

“Con el CAP aprendí mucho y sigo aprendiendo. En estos momentos, la información nos invade, no hay tiempo de procesar todo lo que recibimos. Entonces, es mejor interactuar con la gente que lee, que analiza,  que investiga y que conversa, y eso es lo que tenemos en el CAP”, expresó Volpe.

Destacó que uno de los principales logros del Club es haber divulgado la ciencia en Paraguay y que la astronomía hoy se conoce más en nuestro país.

Informaciones

En el seno del CAP también nació el Centro Paraguayo de Informaciones Astronómicas en 1995, surgida de manos de Waldemar Villamayor-Venialbo y Pietro Cavallaro.

“El 20 de febrero de 1995, con el Ing. Pietro Cavallaro, quien también era miembro del CAP, fundamos la ‘Sociedad Paraguaya de Astronomía Amateur’. La intención no era crear un club más, sino una entidad de soporte al astrónomo aficionado que deseara realizar trabajos de apoyo para la astronomía profesional”, indicó Waldemar, investigador de la Facultad Politécnica y exmiembro del CAP.

Ya en 1996, después del advenimiento de la tecnología World Wide Web, el grupo inició a desarrollar el primer sitio web de astronomía del país. “A mediados de ese año cambiamos la denominación a Centro Paraguayo de Informaciones Astronómicas (CPIA) y se montó en internet el sitio desarrollado con un dominio propio: cpia.org. Los objetivos se actualizaron para aprovechar las tecnologías emergentes”, señaló Villamayor-Venialbo.

Desde el portal se difundieron noticias, notas, efemérides e imágenes astronómicas. Hoy, CPIA, que se maneja con voluntarios, no depende del CAP.

“La astronomía como pasatiempo es fascinante, nos acerca a muchos aspectos de la ciencia y a varias tecnologías prácticas y útiles como la fotografía, la computación, la óptica, el manejo del tiempo, y más. Pero uno debe instruirse para adentrarse a ese mundo, y en ese aspecto las agrupaciones de aficionados son fundamentales para los entusiastas, y el CAP jugó un rol primordial durante sus casi diez primeros años, durante los que fue la única asociación de aficionados del país”, resaltó Waldemar.

Por último, el investigador sostuvo que las demás nucleaciones astronómicas locales tuvieron su origen en el CAP.

En la academia

Hasta el día de hoy no existe la carrera de astronomía en ninguna universidad el país, ni en licenciatura ni posgrado. El Centro de Difusión e Investigación Astronómica (Cedia), junto a otros grupos astronómicos tratan de formalizar la ciencia de Urania en la academia. Para Volpe, es necesaria esta tarea.

“En la Facultad de Ingeniería de la UNA se enseña astronomía en algunas materias de ingeniería geográfica y ambiental. En Facen se da una materia optativa de astronomía. Pero estoy seguro de que hay estudiantes que están muy por encima de lo que se enseña, por lo que en algún momento tiene que aparecer la carrera”, indicó.

Comentó que actualmente hay decenas de astrónomos trabajando en compañías de telefonía celular, no solo en observatorios e institutos de investigación.

El presidente del CAP señaló que la NASA, que es rectora de la investigación espacial, se sustenta con la astronomía como base de todas las ciencias que practica, por lo que esta vieja ciencia tiene una enorme importancia para la humanidad y seguirá en vigencia por mucho tiempo más.

Asteroides “paraguayos”

Gracias a las gestiones del CAP y del CPIA ante la Unión Astronómica Internacional (UAI), nombres referentes de nuestro país se esparcen por el espacio. El primero fue el asteroide “Paraguay”.

Buenaventura Suárez y Manuel Bogado, ambos astrónomos paraguayos (del siglo XVIII y XX, respectivamente) tienen asteroides con sus nombres. Félix de Azara tiene un dorsum (una cadena de crestas montañosas de nuestra Luna), mientras que las ciudades de Yegros y Yuty, del departamento de Caazapá, cuentan con cráteres en el planeta Marte. Mbir es un cráter en la luna Rhea de Saturno.

Además, otros asteroides llevan los nombres de Moisés Bertoni, Silvio Pettirossi y Eduardo Parini.

equintana@abc.com.py

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