Cargando...
En 2010 se relanzó toda su discografía, y llamaron la atención sus discos grabados entre 1968 y 1971, muy psicodélicos y rockeros. Gal, que a lo largo de su carrera fue una intérprete muy versátil, reencontró en su veta rockera una manera de estar en la vanguardia.
Con sus 71 años, ella podía vivir cantando sus éxitos más populares, pero decidió jugarse, como buena tropicalista que es.
Y esa es la Gal Costa que se presentó en la cena de gala de los ochenta años del club Centenario que se celebró el sábado. Una noche exclusiva, con caballeros de traje oscuro y mujeres de largo. A la medianoche entró la cantante bahiana con un cuarteto con mucha potencia rockera.
Ella arrancó con “Sem medo e sem esperanza”, tema que forma parte del último disco “Estratosférica” y que en uno de sus versos define la intención actual de la artista: “Nada de lo que hice, por más feliz, está a la altura de lo que hay por hacer”.
El mencionado tema lo enganchó con una versión blues de “Mal secreto”, bien pesada. Los teclados tenían un sonido setentoso acorde a la época en que ella grabó por primera vez esta canción, en 1971, cuando ella se quedó en Brasil sosteniendo la bandera de la Tropicalia, mientras que Gil y Caetano estaban exiliados en Londres.
“Jabitaca” y “Não identificado” siguieron en el repertorio del concierto. Luego Gal saludó al público y dijo que el show tuvo que acortarlo a una hora y quince minutos, lo que hizo que pierda su sentido original pero con la banda harían lo posible para hacer un buen show. Y vaya que lo lograron. Fue un espectáculo potente, de mucho arrojo y libertad, pero que el público aplaudía sin mucho entusiasmo, al final de cada canción. No había bossa nova y el samba estaba muy eléctrico. En el acortamiento del show, quedaron fuera varias canciones nuevas. Ella prefirió dejar las canciones viejas que hagan conexión con su actualidad, como “Perola negra”, uno de los infaltables en su repertorio y que ella grabó en 1971. Pero cuando terminó de interpretarla, alguien del público le gritó: “¡Canta canciones de antes!”. “¿De antes de cuándo?”, respondió ella. Es que el publico se había preparado para “Um dia de domingo”, que Gal sí la cantó al cierre del concierto, y que la concurrencia coreó.
El repertorio incluyó también temas como “Namorinho de portão”, de Tom Zé, “Ecstasy”, uno de los temas de su último disco; “Cabelo”, tema escrito por Arnaldo Antunes especialmente para ella, “Como 2 e 2” y “Los alquimistas”, un clásico de Jorge Ben Jor, entre otros tantos.
sferreira@abc.com.py