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En el marco de la Convención Mundial de Fantasía 2015, que se desarrolló del 5 al 8 de este mes en Saratoga Springs, Nueva York, el artista compatriota Samuel Araya recibió el premio a Mejor Artista gracias a su portfolio completo de obras.
Araya se define como un simbolista. “Describiría toda mi obra como una plaga de simbología oculta”, expresó el artista a ABC Color, quien manifestó que una editorial con la cual trabaja decidió enviar su portfolio para ser considerado por los jueces. “Realmente, no tenía idea de que esto sucedía tras bambalinas, nunca le había comentado a nadie sobre mi deseo de obtener este premio. Así que es una coincidencia muy interesante”, subrayó, al tiempo de indicar que a principios de este año vio fotos del trofeo por internet. “Me dije a mí mismo: ‘me gustaría tener uno de estos algún día’”. Ahora él ya logró el premio, que consiste en el busto del escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción.
“Cuando tenía 15 años leí mi primera obra de Lovecraft, y mi vida cambió después de leer ‘El modelo Pickman’; una parte de mí decidió que efectivamente el único camino sin retorno que debía tomar es el de crear arte. Dejé el libro de lado y observé el mundo; había cambiado, se volvió un lugar más grande, más oscuro, pero al mismo tiempo se transformó en algo más bello”, reflexionó el ilustrador sobre la importancia de haber obtenido este galardón.
El artista contó que actualmente trabaja en una serie de ilustraciones para una editorial norteamericana, y además prepara piezas de arte original para el portal web “Every Day Original”. “Además, siempre hay proyectos secretos, que siempre son mis favoritos”, dijo.
Araya determinó que para perseverar en el arte, sobre todo en el mundo de la ilustración, hay que aprender a dibujar correctamente, saber lo que uno quiere hacer y tener disciplina y dedicación. “Es de vital importancia que tengas un mínimo de nivel técnico, porque de lo contrario es probable que trates de cubrir las falencias en tu dibujo con un estilo, y personalmente creo que los estilos son trampas y zonas de confort”. Evaluó así que cuando uno sabe lo que quiere, tiene la responsabilidad consigo mismo de lograr sus objetivos. “¿Por qué querés ser ilustrador o artista? Si la respuesta es ‘porque querés ganar plata haciendo dibujos’, recomendaría buscar con más cuidado. Esta es una disciplina que requiere trabajo duro y dedicación, que no admite mediocridad. El trabajo duro es necesario para poder empujar tu obra al límite, y lograr el mejor resultado posible”, finalizó.