Cargando...
Es la historia de amor entre dos jóvenes con cáncer. Ella no se puede despegar de su tanque de oxígeno, y él tiene una pierna ortopédica. Se conocieron en un grupo de ayuda para pacientes de cáncer y la atracción es mutua. Lo bueno de la película es que, antes que nada, lo que prevalece en el relato es que ellos son jóvenes antes que enfermos terminales. Claro, no se ahorra en su cuota de tristeza, hasta es cursi. Pero se mantiene honesta. No es “Crepúsculo”. El filme funciona como una apuesta a la vida, a pesar de que uno puede ser una granada (como se describe la protagonista Hazel, encarnada por la joven Shailene Woodley). Pero mientras no explota, ¿qué hacer? ¿Esperar sentada la explosión?
sferreira@abc.com.py