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También versará sobre el papel de la sanidad en cada uno de los ejércitos. Especial destaque tendrá en este tercer libro el papel de los médicos y de los medicamentos disponibles, así como la poderosa incidencia que tuvieron las pestes durante el desarrollo de la guerra. Tanto es así que el mismo Mcal. López padeció el cólera y muchos oficiales murieron como consecuencia de la misma.
El “vibrión colérico” alcanzó en Buenos Aires al mismísimo vicepresidente de la República en ejercicio, el Dr. Marcos Paz. Mientras que en el otro extremo del mapa, la epidemia arrasó con el contingente brasileño en el Mato Grosso, cuando la reapertura del frente en esta zona, a mediados de 1867.
“La aparición de las pestes –escribe Rubiani– “tampoco puede atribuirse a la casualidad. La gran cantidad de cadáveres insepultos, las malas condiciones higiénicas de los enclaves improvisados y, consecuentemente, la enorme cantidad de bacterias que asolaban los campamentos y campos de batalla, habrán aportado más de lo necesario para la emergencia de aquellos males y de su propagación”.
En cuanto a la Sanidad Paraguaya, la misma se potenció con el mejor saber europeo de la época, con una dotación de profesionales que se volcó a la organización de un cuerpo médico acorde con las exigencias de la guerra. Esta misión tuvo su punto alto mediante un hecho casi imposible de imaginar en nuestros días: la creación de la Escuela de Medicina de Humaitá, la que formaría profesionales médicos para la atención de los heridos, pero que también sirvieron en toda la posguerra con gran calidad y altruismo.
En esta escuela, el primer centro de estudios médicos en el Paraguay y uno de los primeros en Sudamérica, se admitieron –inicialmente– 50 alumnos y entre ellos se encontraban jóvenes que serían presidentes de la República, como Cirilo Antonio Rivarola (1870/71), Juan Bautista Gill (1874/77) y Juan Bautista Gaona (1904/05) quienes como los demás estudiantes y practicantes, se hallaban “adelantados en el estudio de la facultad médica y en práctica de cirugía y ‘en condiciones de rendir exámenes en ambos conocimientos”.
El último libro, con el que “concluirá la guerra”, aparecerá el domingo 20.