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El concierto se inició con “La danza de las horas”, famosa melodía que forma parte de la ópera “La Gioconda”, de Amilcar Ponchielli. Luego se pudo escuchar el poema sinfónico de Santos Lima, el cual está dividido en tres partes: “Ko’etî ñembotapykuéva” (Amanecer demorado), “Curupayty” y “Renacerá el Paraguay”.
La obra es presentada como de carácter épico-heroico, escrita como testimonio de gratitud y homenaje a los mártires de la Patria, en la Guerra contra la Triple Alianza. Es una pieza que Lima viene pensándola desde 1970 y que retomó con el entusiasmo que suscitó las celebraciones del Bicentenario de la Independencia, en 2011.
No se trata de una obra descriptiva, propiamente. La primera parte expresa los comienzos del Paraguay como nación progresista. En un momento se puede apreciar las melodías que se bailaban en los salones de gala. La segunda parte incluye sonidos de guarania y tiene un carácter más dramático. El último movimiento, más que expresar el final de la guerra, representa la resurrección de un pueblo, la esperanza de un país mejor, e incluye sonidos de polca.
El concierto continuó con una obra de Echeverría: “Ensueños” (Fantasía sinfónica), que también se caracteriza por la inclusión del ritmo de la polca paraguaya.
Seguidamente, fue convocado el cantante Yoryi Torales para cantar dos composiciones de Luis Alberto del Paraná: “Mi guitarra y mi voz” y “Voy gritando”. Torales se caracteriza por imitar la voz de Paraná.
La última obra del programa fue “Rapsodia paraguaya”, de Remberto Giménez.
El concierto tuvo lugar en el Teatro Municipal, como parte del ciclo de verano. Asistió una cantidad de público que ocupó casi todos los lugares de la platea y algunos palcos. Entre el público se encontraban los principales dirigentes de Autores Paraguayos Asociados (APA).