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El autor describe, cronológicamente, el devenir de la clase obrera en unos de los periodos más nefastos de nuestra historia reciente. El libro cuenta con prólogo del historiador Ignacio Telesca.
En época de la dictadura, los derechos de los trabajadores eran inexistentes, afirma el autor al sostener que el enfrentamiento de la clase trabajadora con el sistema stronista empezó apenas iniciado dicho gobierno en el país.
Coronel recuerda que, si bien por entonces los reclamos reivindicativos de la Confederación Paraguaya de Trabajadores (CPT) se ajustaban estrictamente al orden gremial, no pasaba desapercibida la fuerte presión y el control sistemático a sus dirigentes que imponía el aparato represivo del Estado.
La CPT fue fundada en 1951 y estaba parcialmente controlada por adherentes del Partido Colorado. Una parte importante de su base constituía la dirigencia de la extinta Organización Republicana Obrera (ORO), creada precisamente por los colorados a principios del año 1947.
La violencia ejercida por la dictadura en un determinado lapso inicial, que había empezado el 1º de mayo de 1955, continuado con el asalto de la asamblea de medicina en el 56, la represión obrera del 58, se cierra con la violenta represión de 1959, que incluye la clausura del Parlamento.
El libro revela que este periodo de tiempo es el momento en que se consolida Stroessner y hace desaparecer todo tipo de oposición política, y comienza una sostenida domesticación del movimiento obrero, en que la CPT jugó un papel clave.
Para lograr sostenerse, Stroessner cuenta con la CPT, que reprime, contiene, controla y legitima todo lo actuado en el campo social.
En los capítulos siguientes, el autor realiza un pormenorizado recuento de otras centrales sindicales como el Movimiento Sindical Paraguayo (MSP), liderado por el dirigente social cristiano Efigenio Fernández; la Confederación Paraguaya de Trabajadores en el Exilio (CPT–E) y la Central Cristiana de Trabajadores (CCT), que más tarde pasaría a denominarse Coordinación Nacional de Trabajadores (CNT). Posteriormente, vendrían el Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT) y la trotskista Agrupación Independiente de Trabajadores.