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El libro es un emprendimiento conjunto de ABC Color y El Lector.
–¿Cómo estaban organizados los trabajadores durante la dictadura?
–Los trabajadores durante la dictadura tuvieron que ir buscando formas de organizarse y sobrevivir, y esas formas fueron cambiando con los años. En algunos casos se enfrentaban directamente, como los frigoríficos, marítimos, tranviarios o textiles, y en otros al no tener organizaciones tan fuertes, se mimetizaban y trataban de arrancar algunos derechos en las empresas.
–¿Cuántas centrales obreras existían durante el stronismo?
–Durante toda la dictadura de Stroessner hubo una sola central reconocida oficialmente, la Confederación Paraguay de Trabajadores (CPT), pero a lo largo de los años fueron apareciendo otras organizaciones que aglutinaban a los sindicatos críticos al gobierno, así aparecen la CPT en el Exilio (CPT-E); Central Nacional de Trabajadores (CNT), y ya en los últimos años el Movimiento Intersindical de Trabajadores (MIT). Ninguna de estas entidades tenían reconocimiento legal y la CPT se atribuía ser la única central del país. Además se tenían sindicatos y federaciones, que no se integraron a la CPT, como el caso del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) y la Federación Bancaria, entre otros.
–¿Cómo la dictadura ejercía su autoridad sobre el movimiento obrero organizado?
–En primer lugar, es importante recordar que en realidad la dictadura ejercía un fuerte control social sobre toda la sociedad, ya sea en partidos políticos, asociaciones, empresas y empresarios, en la educación. Hasta en la cultura existía una férrea censura.
Dentro de este contexto, la clase trabajadora organizada también sintió este control. Sufrieron arrestos de dirigentes sindicales, control de las asambleas, participación de informantes en las reuniones y también la represión más explícita: largos periodos apresados sin derecho a la defensa, exilio, persecución laboral. Estas eran las armas con que la dictadura fue sometiendo a la clase trabajadora. Esta forma de control logró lo esperado por la dictadura: desmovilizar totalmente a la clase trabajadora. En poco más de cinco años, el stronismo había destruido todo vestigio de pensamiento crítico en el movimiento obrero.
–Dentro del contexto regional, toda América, ¿cómo se encontraba la clase trabajadora?
–En realidad en ningún momento de la historia social del Paraguay los reclamos de los trabajadores tuvieron buena acogida en los gobiernos. Siempre se los tildaba de agitadores, desestabilizadores o de ser parte de una conspiración, y eso trajo como consecuencia que, en cuanto a derechos laborales, los trabajadores en Paraguay estuvieran muy por debajo en cuanto a las conquistas gremiales en relación a países como Argentina, Chile, Brasil o México. Con Stroessner lo que sí cambió a lo largo de la dictadura fue la promulgación de leyes favorables al trabajador, pero que en la mayoría de las veces no se cumplían o solo se cumplían cuando los afectados eran incondicionales al stronismo.