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“Esto de las fusiones viene también por ciclos”, afirmó el bajista Buitrago, subrayando que cuando comenzaron en los años 90, con temas como “Bolero falaz” y “Florecita rockera”, marcaron el inicio de una ola de rock en la escena colombiana.
“La escena prácticamente era nula en muchos países de nuestro continente, a excepción de Argentina y México, y en Colombia empezó esta nueva ola. Tuvimos la suerte de ser los primeros y de tener todos los canales disponibles, los oídos dispuestos para que rápidamente fuéramos muy populares”, recordó Buitrago.
No obstante, señaló que en aquel momento, la avalancha tardó un poco más en llegar de lo que habían estimado, pues el país aún no contaba con la infraestructura para poder desarrollar una escena. “Entonces en ese momento no había escenarios donde tocar, festivales, sitios donde ensayar, toda una infraestructura de management, ruedas de negocios y todos estos espacios. Ya con todos estos años se desarrollaron, se fortalecieron y yo siento que por eso es que ahora vemos una escena tan vibrante”, agregó, al ser consultado por la gran cantidad de artistas de su país que hoy recorren el mundo con su música.
“Colombia es un país muy musical”, añadió, mencionando que la mezcla de música de diferentes regiones produce una fusión muy interesante.
Uno de estos escenarios que marcó un hito para el rock en dicho país fue Rock al Parque, festival que los volvió a reunir en 2014, tras lo cual editaron el disco en vivo “Reluciente, Rechinante y Aterciopelado”, con el que están girando por la región. La banda volverá a presentarse en Paraguay, luego de 20 años, este sábado 2 de diciembre en el estacionamiento del Paseo Carmelitas (España y Malutín), junto al grupo local Kitapena. Las entradas se pueden adquirir en la Red UTS a G. 80.000.