Fecundidad en Latinoamérica cae a 1,8 hijos por mujer: en Paraguay es de 2,4

El cambio demográfico con el envejecimiento de la población se empieza a observar en Paraguay.
El cambio demográfico con el envejecimiento de la población se empieza a observar en Paraguay.GENTILEZA

La tasa global de fecundidad en América Latina y el Caribe continúa descendiendo de forma sostenida, pasando de 3,24 hijos por mujer en 1990 a 1,80 en 2024, de acuerdo con los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El cambio demográfico es uno de los fenómenos sociales más profundos de las últimas décadas y marca el paso de una región tradicionalmente joven hacia una etapa de madurez poblacional, con implicancias directas en el crecimiento económico, el empleo y las finanzas públicas.

La CEPAL explica que esta caída obedece a múltiples factores: la urbanización acelerada, el mayor acceso a la educación y al empleo femenino, la difusión de métodos anticonceptivos y el aumento del costo de crianza en contextos urbanos. En la mayoría de los países, las mujeres están postergando la maternidad y teniendo menos hijos, lo que refleja transformaciones culturales, sociales y económicas. Este proceso, conocido como transición demográfica avanzada, acerca a América Latina a las tasas de fecundidad observadas en economías desarrolladas, aunque con desafíos estructurales más marcados, como la informalidad laboral y la desigualdad de ingresos.

La región presenta, sin embargo, una marcada heterogeneidad. En el extremo inferior se ubican Chile (1,13) y Uruguay (1,39), países con sistemas educativos consolidados y altos niveles de urbanización. En el otro extremo, Bolivia (2,52), Guatemala (2,28) y Haití (2,63) aún mantienen niveles superiores al reemplazo generacional, asociados a mayores tasas de pobreza y menor acceso a servicios de salud reproductiva.

La CEPAL advierte que el fenómeno expuesto implica una reducción progresiva de la población en edad de trabajar y una mayor proporción de personas mayores, lo que presionará los sistemas de pensiones y salud si no se adoptan políticas de productividad y empleo formal sostenibles.

El caso paraguayo: entre la transición y el desafío de la juventud

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En Paraguay, la fecundidad descendió de 4,56 hijos por mujer en 1990 a 2,41 en 2024, cambio que representa una transformación demográfica profunda en apenas tres décadas y refleja tanto los avances sociales como las tensiones estructurales del país.

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La caída de la fecundidad puede interpretarse como una oportunidad económica si se acompaña de políticas que incrementen la productividad, promuevan la participación laboral femenina y fortalezcan la educación técnica. Pero, si se desaprovecha este periodo, el país podría enfrentar en el futuro los mismos retos que hoy viven economías más envejecidas: menor dinamismo productivo y mayor presión sobre el gasto social.

Por otro lado, el menor número de hijos por familia incide en los patrones de consumo y ahorro. Hogares más pequeños tienden a destinar más recursos a educación, vivienda y servicios, impulsando sectores distintos al consumo básico, generando un cambio estructural en la demanda interna, con efectos sobre el mercado inmobiliario, el sistema financiero y la política fiscal.

A mediano plazo, Paraguay deberá prepararse para una nueva estructura poblacional, donde la población activa se reduzca y aumente la proporción de adultos mayores. Esto exigirá reformas en el sistema de pensiones, mejoras en la cobertura sanitaria y una estrategia de crecimiento basada en capital humano e innovación.

En conclusión, el descenso de la fecundidad en América Latina refleja una transformación demográfica irreversible. En el caso paraguayo, el proceso combina avances sociales y desafíos económicos: menor natalidad, mayor expectativa de vida y una ventana temporal para convertir el cambio poblacional en desarrollo sostenible. Si se gestiona con visión de largo plazo, la transición puede ser el punto de partida para una economía más equilibrada, inclusiva y preparada para el futuro.

*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.