Así está Paraguay en trabajo no remunerado y brechas de género frente a la región

La distribución del tiempo de trabajo remunerado y no remunerado continúa siendo un reflejo de las desigualdades estructurales entre hombres y mujeres en América Latina. De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el caso paraguayo presenta características particulares que permiten dimensionar tanto los avances como los desafíos en la región.

Las mujeres cargan con el doble desafío de ingresar al mercado laboral y además tener que sostener el hogar a través del trabajo no remunerado.
Las mujeres cargan con el doble desafío de ingresar al mercado laboral y además tener que sostener el hogar a través del trabajo no remunerado.Archivo, ABC Color

En la última medición disponible (2016) en Paraguay, las mujeres de zonas urbanas destinan 21,7 horas semanales al trabajo remunerado y 25,6 horas al no remunerado, sumando un total de 47,4 horas de trabajo. En contraste, los hombres dedican 39,6 horas al trabajo remunerado y solo 9,1 horas al no remunerado, alcanzando un total de 48,6 horas semanales.

La cifra revela un dato llamativo: aunque en términos absolutos las horas totales de trabajo de hombres y mujeres son similares, la carga de las mujeres se concentra en el ámbito no remunerado, mientras que la de los hombres se sitúa en el mercado laboral.

Comparado con otros países de la región, Paraguay exhibe un perfil intermedio. En Argentina (2021), por ejemplo, las mujeres dedican 52,5 horas semanales al trabajo total, con más de la mitad asignada a labores no remuneradas. En Chile (2023) el total de las mujeres asciende a 54 horas, y en Perú (2024) llega a 59,8 horas, el mayor de la muestra. Uruguay muestra un patrón similar, con 54,5 horas para las mujeres.

Sin embargo, en lo que respecta a los hombres, Paraguay presenta una de las participaciones más bajas en trabajo no remunerado. Mientras en Chile los hombres destinan 20,1 horas semanales a estas tareas y en Argentina 17,6 horas, en Paraguay se contabilizan 9,1 horas, reflejando una división más marcada de roles tradicionales en el país, con las mujeres sosteniendo la mayor parte de las actividades domésticas y de cuidado.

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Tiempo de trabajo total que dedica la población de 15 años y más al trabajo remunerado y no remunerado
Tiempo de trabajo total que dedica la población de 15 años y más al trabajo remunerado y no remunerado

Trabajo no remunerado, comparado con más países

La comparación con Brasil (2019) y Colombia (2021) resulta ilustrativa. En Brasil, las mujeres suman 39,2 horas semanales de trabajo total, el menor nivel de la región, lo que obedece, principalmente, a la menor carga de trabajo no remunerado respecto a países vecinos. En Colombia, las mujeres alcanzan 51 horas, muy por encima de Paraguay, con un reparto que también muestra brechas, aunque menos pronunciadas que en el caso paraguayo.

Un aspecto clave que resalta la Cepal es la persistencia de la desigualdad en la distribución del trabajo doméstico y de cuidado, lo que limita las posibilidades de inserción plena de las mujeres en el mercado laboral formal. Paraguay, al igual que el resto de los países de la región, enfrenta el desafío de reconocer y redistribuir este tiempo de trabajo no remunerado, que no solo impacta en la equidad de género, sino también en el desarrollo económico.

La evidencia muestra que, aunque en promedio hombres y mujeres paraguayos trabajan un número similar de horas semanales, la naturaleza de ese trabajo está profundamente segmentada. Mientras los hombres concentran sus esfuerzos en el empleo remunerado, las mujeres cargan con la doble responsabilidad: incorporarse al mercado laboral y sostener los hogares a través del trabajo no remunerado.

Países seleccionados
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En línea con la Cepal, urgen políticas públicas que promuevan la corresponsabilidad en el cuidado, la ampliación de servicios de apoyo y la incorporación de la perspectiva de género en la planificación económica.

El desafío implica no solo reducir las brechas de tiempo dedicadas al trabajo no remunerado, sino también generar condiciones que permitan a las mujeres incrementar su participación en el trabajo formal en igualdad de condiciones.

* Este material fue elaborado por MF

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