Proyección económica crece, pero la percepción del consumidor se deteriora

En tanto que la mayoría de las consultoras ya vienen ajustando sus proyecciones económicas ante mejor desempeño en industrias, ganadería y servicios, la percepción de los consumidores sigue en deterioro, y no sale de la franja de pesimismo. Expertos explican que esto se debe a la alta informalidad, bajos ingresos y las presiones inflacionarias, sobre todo en alimentos.

Un hombre sostiene billetes de guaraníes.
Si bien las proyecciones económicas son auspiciosas nuevamente para este año, la percepción de los consumidores sigue en pesimismo. La alta inflación, bajos ingresos y alta informalidad limitan el crecimiento, explican expertosAndrzej Rostek

Casi la mayoría de las consultoras privadas locales e internacionales han ajustado sus proyecciones en concordancia con las cifras oficiales, un poco por encima del 4%, esto ante mejoras en las industrias, servicios y la ganadería.

Sin embargo, este crecimiento no es compartido por la mayoría de los ciudadanos que se muestran disconformes con su situación económica particular y esto se refleja justamente en los resultados de la encuesta del Índice de Confianza al Consumidor, realizada por el Banco Central del Paraguay (BCP).

PIB
Informe de Política Monetaria reveló ajustes en las proyecciones por principales sectores

La banca matriz, que inicialmente proyectaba un crecimiento del 3,8%, ajustó sus cifras en dos oportunidades y ahora espera que cierre el año con un repunte del 4,4%, basados en los informes adelantados de la actividad económica. Igualmente, otros organismos como Cepal, Banco Mundial, Itaú Macro y otras consultoras locales también vienen adecuando sus cifras.

La consultora Mentu se sumó la semana pasada, ajustando al 4,2% por los desempeños que vienen experimentando el sector cárnico, la industria maquiladora y las construcciones, explicó el economista Jorge Garicoche.

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“El sector manufacturero viene incrementando su producción y, a su vez, exportando más, principalmente en el sector cárnico y la maquila, que está con un muy buen desempeño. También el ritmo que vienen llevando las construcciones es muy importante, mucho más de lo que se esperaba”, expresó.

Percepción del consumidor dice lo contrario

Sin embargo, algo que llama la atención, pese a los buenos números proyectados, es la percepción distinta que tiene el ciudadano sobre su situación económica en particular y la del país en su conjunto.

Justamente una encuesta realizada por el BCP, que mide la confianza del consumidor muestra una percepción de pesimismo.

Índice de confianza
Evolutivo del Índice de Confianza del Consumidor (ICC)

De acuerdo con los resultados de la última encuesta correspondiente al mes de julio, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 47,80 puntos por debajo de la línea neutral, en zona de pesimismo, por debajo de los 54 puntos que alcanzó en julio del 2024. En cuanto al Índice de Situación Económica (ISE), que mide la percepción actual de situación económica particular del encuestado y del país, es el que muestra mayor deterioro. El ISE apenas alcanzó 32 puntos en julio, por debajo de 41 puntos que tenía en julio del año pasado y similar al índice que se tenía época de pandemia.

Si bien el Índice de Expectativa (sobre el futuro) se encuentra en rango optimista con 63 puntos, este rango también viene disminuyendo y es inferior a 68 puntos que tenía en el mismo mes del 2024.

¿Qué pasó con la confianza del consumidor?

La economista Marta Coronel explicó esta contradictoria situación que estamos viviendo en el país con una economía en crecimiento, pero con una ciudadanía que no lo siente.

Coronel detalló que el índice de Confianza es una percepción de que “mi bolsillo, mis ingresos son limitados y que tenemos que destinar gran parte a los alimentos, rubro que se mantiene con precios altos”.

Aunque el Gobierno se jacta del bajo nivel de inflación general, los precios de los alimentos siguen altos y la inflación en ese ítem ronda el 10% interanual, acumulando una variación de más del 30% desde la pandemia. En lo que respecta a la carne, su inflación interanual es 22% y la acumulada es del 47% desde la pandemia.

Fila de personas para comprar carne más barata en uno de los frigoríficos que están ofertando sus productos en el mercado
Fila de personas para comprar carne más barata en uno de los frigoríficos que están ofertando sus productos en el mercado

En los últimos días, y ante la presión por el descontento de los ciudadanos, el Gobierno salió a presionar a empresarios a que bajen sus precios, por lo que se ha observado que algunos frigoríficos los redujeron temporalmente, generando una aglomeración inusual de ciudadanos en largas filas para conseguir unos pocos kilos de carne más barata.

Alta informalidad y bajos ingresos

Informalidad limita recaudación tributaria,  protección social y estabilidad laboral.
Informalidad limita recaudación tributaria, protección social y estabilidad laboral.

La economista explicó que los ingresos de determinados segmentos de la ciudadanía son limitados y son los que más sufren con la situación actual, y esto tiene que ver principalmente con la alta informalidad. El 62,5% de la población ocupada está en informalidad, no tiene seguro, no tiene RUC, y no está percibiendo lo suficiente en cuanto a su remuneración. “O gana más que el mínimo, pero trabajando doce, catorce horas y es una condición de vida no deseable para nadie”, expresó.

En cuanto a las personas que ganan menos del mínimo, sienten que ya no les alcanza. “Ellos sienten mucho más cuando sube la leche o cuando sube la carne, la carne porque seguimos siendo un país con un alto consumo de carne. La carne le golpea muchísimo”, dijo

“Entonces, lo que ocurre es que cuando a mí personalmente o mi hogar, siento que falta plata, reporto a la encuesta que está mal mi situación. El índice capta tanto mi situación personal, la del hogar y la del país”, explicó Coronel respecto al resultado del ICC.

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