Es de mencionar que, si bien las respuestas de los agentes se mantienen en reserva a nivel individual, su procesamiento permite elaborar informes agregados que la institución difunde periódicamente.
De carácter cualitativo, esta herramienta busca complementar los análisis sustentados en datos cuantitativos, incorporando la visión de los responsables de la toma de decisiones en el sistema financiero sobre aspectos claves del negocio crediticio. De acuerdo con el BCP, el cuestionario se aplica de forma trimestral y está estructurado en tres apartados: situación del crédito, análisis sectorial y políticas para la concesión de nuevos préstamos.
El informe, que recopiló las percepciones del sistema financiero sobre las principales barreras para otorgar préstamos a largo plazo, mostró que la “escasez de depósitos de largo plazo” sigue siendo la causa predominante.
En efecto, este factor fue señalado por el 43,48% de las entidades consultadas, lo que representó un aumento respecto al 39,13% registrado en el primer trimestre del año, evidenciando una tendencia creciente desde el primer trimestre de 2024, cuando la proporción era del 36%.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Otro factor relevante fue la “falta de garantías adecuadas”, que se ha mantenido estable en torno al 26,09% en los dos primeros trimestres de 2025, aunque mostró un pico de 34,78% en el cuarto trimestre de 2024, aspecto que refleja una constante preocupación del sistema financiero respecto a la capacidad de los solicitantes para respaldar los créditos solicitados.
Lea más: Depósitos del sector público: más liquidez en dólares y apuesta a plazo en guaraníes
Por el contrario, la “escasez de proyectos de largo plazo” ha experimentado una disminución progresiva. En el primer trimestre de 2024, afectaba al 24% de las respuestas; sin embargo, en el segundo trimestre de 2025 descendió hasta el 13,04% que podría interpretarse como una señal de que el mercado cuenta con una mayor cantidad de proyectos potencialmente financiables, aunque todavía persisten limitaciones para su ejecución debido a otros factores.

De acuerdo con los datos del BCP, destaca el crecimiento en la incidencia de la categoría “otras actividades que presentan mayor rentabilidad” como motivo para no otorgar créditos a largo plazo.
En el primer trimestre de 2024, este factor era mencionado por solo el 4%, pero alcanzó el 8,70% en los dos primeros trimestres de 2025, sugiriendo que, en un contexto de cambios en el panorama económico, algunas instituciones podrían priorizar inversiones más rentables y de menor plazo sobre el financiamiento a largo plazo.
En cuanto a variables macroeconómicas, la “volatilidad de la inflación” no ha sido señalada como una causa en el periodo analizado, manteniéndose en 0% en todos los trimestres, interpretándose como un reflejo de la estabilidad inflacionaria en los últimos años, que ha permitido al sistema financiero minimizar el impacto de este factor en las decisiones de crédito a largo plazo.
¿Qué ha pasado con las demás percepciones?
En cuanto al factor “tasas variables”, se observaron oscilaciones. En 2024, su participación fue de entre 4,35% y 8%, mientras que en 2025 registró 8,70% en el primer trimestre y descendió a 4,35% en el segundo, lo que podría relacionarse con las condiciones de política monetaria y las expectativas sobre la evolución de las tasas de interés en el corto y mediano plazo.
Mientras que la “volatilidad del tipo de cambio”, por su parte, no figuró como causa en la mayoría de los trimestres, salvo en el segundo y tercer trimestre de 2024 (4,35%) y en el segundo trimestre de 2025 (4,35%).
Esto sugiere que la percepción de riesgo cambiario no ha sido un elemento central en la restricción de créditos a largo plazo, aunque su presencia puntual indica que no es un tema completamente ausente.
Lea más: Ranking de los cinco bancos que administran, en promedio, el 70% de depósitos estatales
En síntesis, los datos del BCP muestran que, aunque existen señales de mejora en algunos indicadores, las barreras estructurales para el financiamiento a largo plazo persisten.
Superarlas requerirá no solo estabilidad macroeconómica, sino también políticas activas para ampliar la base de depósitos de largo plazo, fortalecer los sistemas de garantías y crear incentivos para que el capital privado apueste por proyectos con horizontes de retorno más amplios.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones