Hace ocho días venció la sexta prórroga que Petróleos Paraguayos (Petropar), presidida por Eddie Jara, otorgó a la empresa catarí Doha Holding Group LLC, vinculada a Alejandro Domínguez Pérez, hijo del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
Sin embargo, a pesar de que la empresa volvió a incumplir la provisión de las 100.000 toneladas métricas de gasoil por un valor superior a US$ 61 millones, ni la petrolera estatal ni la firma extranjera dan explicaciones sobre el futuro de este polémico acuerdo, rubricado en septiembre del año pasado y que hasta la fecha sigue sin concretarse con la entrega del combustible.
El hermetismo es total y la evasiva parece ser la única estrategia. Nadie sabe cómo justificar el último incumplimiento, más aún cuando el propio Jara había declarado que la compañía debía “hacer las cosas diferentes” para obtener una nueva extensión de un mes más.
No obstante, ahora trascendió que se estaría evaluando una séptima postergación, lo que apuntaría a evitar la ejecución de la garantía de fiel cumplimiento, equivalente al 5% del monto total (unos US$ 3.050.000), presentada solo como una declaración jurada, sin respaldo de póliza de seguro ni aval bancario.
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¿Dónde están el presidente y los gerentes de Petropar?
Ayer intentamos, sin éxito, obtener respuestas directas sobre la situación contractual. Nos acercamos a la planta de Villa Elisa, sede de Petropar, y también al Estudio Jurídico Jiménez Balbiani & Asociados, cuya dirección fue declarada como ubicación local de la firma catarí, pero en ambos sitios la respuesta fue la misma: nadie estaba disponible.
En la planta, desde el área de comunicaciones argumentaron que todos los gerentes, incluido el presidente Jara, estaban “fuera de la oficina por una reunión”. Mientras tanto, en el estudio jurídico informaron que Julio Jiménez, vicepresidente de Olimpia y representante de Doha Holding, tampoco se encontraba. Al consultar si algún otro abogado del despacho podía atendernos, nos indicaron que solo el Dr. Jiménez era responsable del contrato en cuestión.
Consultamos también al área de comunicaciones de Petropar sobre el paradero de los gerentes William Wilka, Vanessa Iribas y Ramón Benítez—este último, con activa participación en las adendas—, pero tampoco obtuvimos respuestas claras.
Directivos del fútbol en el millonario contrato
Este silencio se suma a una larga lista de incumplimientos, en un contrato donde directivos del fútbol tienen notable protagonismo. Según documentos a los que accedimos, fue el propio Julio Jiménez quien avaló, en nombre de Doha Holding, la firma de la última prórroga hasta el 30 de julio, formalizada en la sexta adenda fechada el 30 de junio, apenas horas antes del vencimiento del plazo anterior. Pese a esa “conformidad express”, la empresa volvió a incumplir la entrega del combustible y, tras el vencimiento de la sexta prórroga, nadie salió a dar explicaciones de manera pública.
Cabe señalar que en el contrato, Doha Holding declaró como su dirección especial la calle Jejuí 690 esquina Juan E. Oleary de Asunción, correspondiente al estudio jurídico de la familia Jiménez.
Julio Jiménez, directivo de Olimpia, además, es hermano de Monserrat Jiménez Granda, directora jurídica de la Conmebol y mano derecha de Alejandro Domínguez, cuyo hijo, Alejandro Domínguez Pérez, figura como representante de Doha Holding en el portal de Contrataciones Públicas.

DNCP sigue sin investigar
Por si fuera poco, la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), dirigida por Agustín Encina, tampoco se pronuncia y ni siquiera ha iniciado una investigación de oficio, a pesar de que las reiteradas prórrogas podrían violar la Ley 7021 de compras públicas. Su artículo 67 solo permite modificar hasta un 20% del monto o plazo del contrato, y exclusivamente por causas imprevistas que no generen ventajas para el proveedor. En este caso, Petropar ya sextuplicó el plazo original.
Así, el silencio y la falta de transparencia con la constente en un contrato millonario que sigue sin cumplir sus objetivos, con autoridades y representantes escondidos y sin responder a la ciudadanía.