Paraguay se distingue en el mapa energético mundial con una impresionante capacidad instalada de 8.929 MW, logrando una generación eléctrica 100% renovable, superando a países como Albania, Bután y Nepal, y estableciendo un notable contraste frente a sus vecinos sudamericanos.
De acuerdo con datosmacro.expansion.com y cuyas estadísticas forman parte del presente análisis, la Capacidad instalada MW es el potencial de producción eléctrica máximo de cada país. La producción de electricidad real se muestra en la generación GWH.
Igualmente, menciona la importancia de comparar la capacidad instalada renovable y el porcentaje de electricidad producida proveniente de energías renovables de los distintos países. En el mismo sentido, destaca que existen varios países con el 100% de su energía eléctrica limpia, es decir, proveniente de energías renovables que no emiten CO2.
Así, Paraguay cuenta con una capacidad instalada de 8.929 megavatios (MW), de los cuales 8.928 MW corresponden a energías renovables. En términos de generación eléctrica, el país produjo 44.245 gigavatios hora (GWh), y prácticamente la totalidad de esta producción (44.243 GWh) provino de fuentes limpias, principalmente energía hidroeléctrica.
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Esto equivale a un 100% de generación renovable, en línea con los registros de Albania, Bután y Nepal, que también alcanzan la totalidad de su generación eléctrica desde fuentes no fósiles.
Si bien estos cuatro países comparten la particularidad de tener matrices 100% renovables, sus escalas de producción difieren considerablemente. Paraguay lidera entre ellos con una generación anual muy superior, tanto en capacidad como en volumen. Por ejemplo, Albania registró una capacidad instalada total de 2.857 MW y una generación de 9.006 GWh; Bután, 2.344 MW y 11.166 GWh; y Nepal, 2.853 MW y 10.698 GWh. En comparación, la capacidad instalada de Paraguay es más de tres veces mayor que la de cualquiera de estos países, y su generación eléctrica cuadruplica a otros casos.
Comparación regional: Paraguay y las principales economías sudamericanas

El liderazgo de Paraguay adquiere aún más relevancia cuando se lo compara con las principales economías de Sudamérica. Mientras que Paraguay alcanza una generación 100% renovable, otros países de la región presentan importantes brechas en sus matrices energéticas. Argentina, por ejemplo, tiene una capacidad instalada de 47.631 MW y una generación de 130.332 GWh, pero solo el 31,81% de su electricidad proviene de fuentes renovables.
Este porcentaje contrasta marcadamente con el caso paraguayo y evidencia una fuerte dependencia de energías fósiles.
Brasil, por su parte, presenta una matriz energética más limpia, con un 89,01% de generación renovable.
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Su capacidad instalada es de 240.251 MW, la más alta de la región, y su generación alcanza los 700.259 GWh. A pesar de su escala significativamente mayor, aún mantiene una fracción de su producción eléctrica basada en fuentes no renovables, a diferencia de Paraguay. Cabe destacar que Brasil es también un actor clave en el aprovechamiento de la energía hidroeléctrica, y parte de su energía proviene de represas binacionales como Itaipú, compartida con Paraguay.
Uruguay es otro país que ha avanzado considerablemente en el uso de energías limpias, con un 92,01% de generación renovable. A pesar de su menor escala (5.682 MW de capacidad instalada y 12.878 GWh de generación), su compromiso con la transición energética lo posiciona entre los líderes regionales. En tanto, Chile y Perú se encuentran en situaciones intermedias: el primero con un 64,40% de generación renovable y el segundo con un 55,24%, cifras que reflejan avances importantes, aunque aún lejos del objetivo del 100%.
El caso de Paraguay demuestra que es posible alcanzar una matriz eléctrica completamente renovable, incluso en economías en desarrollo. Su posición de liderazgo a nivel global y regional en términos de generación limpia no solo es un logro ambiental, sino también una ventaja estratégica. Sin embargo, el desafío más inmediato sigue siendo el desarrollo de fuentes alternativas de energía, impulsar la electrificación de más sectores productivos, fortaleciendo la infraestructura de transmisión y profundizando la integración energética regional.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.