El Gobierno de Santiago Peña anunció ayer, miércoles, un paquete de siete proyectos de ley del ámbito económico, que incluyó reformas y fusiones de instituciones públicas. Precisamente, uno de ellos es la absorción por parte del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) al Viceministerio de Minas y Energía, así como a la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur).
Actualmente, la Senatur es una cartera independiente, mientras que el Viceministerio de Minas y Energía forma parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
El Gobierno anunció además la reforma a la Ley 6977, que regula y fomenta la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, no convencionales y no hidráulicas. La reglamentación de la normativa fue promulgada en febrero del año pasado, pero ahora buscan modificarlam en aras de una “mayor participación del sector privado para la generación de nuevas fuentes de energía”.
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Nuestro diario conversó esta tarde sobre ambos puntos con Bruno Vaccotti, socio fundador de la Cámara Paraguaya de Minería de Activos Digitales (Capamad).

El mayor acierto del Gobierno
Sobre la decisión de poner al Viceministerio de Minas y Energía bajo el ala del ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, dijo que le parece “el mayor acierto del año por parte del Gobierno”.
“El ministro Javier Giménez, sus técnicos y sus Viceministerios son, sin lugar a dudas, y por lejos, la joya de este Gobierno. Han estado a la altura de los desafíos y proactivamente han generado soluciones para problemas que incluso no formaban parte de su cartera”, argumentó.
Aclaró que la postura del sector “será siempre” que Minas y Energía sea un Ministerio en el futuro cercano, en lugar de un viceministerio. No obstante, señaló que primero debe establecerse una estrategia y objetivos claros.
La verdadera soberanía energética
Por otro lado, Vaccotti se refirió al gasoducto y a “las personas que hablan de soberanía energética”. A su criterio, “no han comprendido de qué manera real se ha manejado la relación con Itaipú, por más de medio siglo”.
“Paraguay necesita un gasoducto, primero para importar gas y luego seguir explorando el Chaco Paraguayo, cosa que solamente se ha hecho seriamente por parte de empresas privadas”, señaló primeramente.
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En segundo término, añadió que “si la ley de crédito energético se regula de manera inteligente, en Paraguay podríamos tener la potencia de más de una turbina de Itaipú en menos de 4 años, instalada con capital privado y de usufructo directo de la ANDE”.
“De otra manera, se pueden presentar la cantidad de filminas que quieran, con números maravillosos, pero el apagón se vendrá y será muy tarde”, vaticinó.