El cálculo de los beneficios que entrega IPS no es consistente con el cálculo de los aportes que se realizan, es decir, la edad con la que se jubilan los aportantes, los años de aporte, los cuales deberían ajustarse, según explicó Hugo Royg, expresidente de la previsional, respecto a la afirmación de Vanessa Cubas, gerente de prestaciones económicas de IPS, quien aseguró que la crisis financiera se adelantó 18 años.
“El modelo de jubilaciones iba a tener problema de caja a partir del 2035, 2040 y tendría problemas de solvencia 10 años después aproximadamente. Según las proyecciones, habría un problema en el cual lo que ingresa de aporte para las jubilaciones no iba a dar para pagar las jubilaciones a las personas que estaban en el sistema”, indicó Royg.
Agregó que esos son problemas de caja, de solvencia y que para aguantar eso tenía el IPS debería vender los activos que tiene, las reservas, las propiedades, el Hotel Guaraní, el Parque de la Salud, entre otras cosas.
“El segundo problema es un problema de confianza que tiene que ver con la formalidad e informalidad, o sea, nosotros estamos en una economía formal, una economía muy grande informal, o sea, hay más personas que trabajan y no aportan de las que trabajan y aportan”, sostuvo.
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Cambios laborales permanentes
A la informalidad, se suman los cambios laborales permanentes, considerando que la gente ya no está 30 años en un trabajo, va cambiando cada dos años, se muda a otro país, como Argentina, tres años se va a España y después vuelve.
“En muchos trabajos se plantea el hecho de que trabaja nomás como profesional, o sea, ¿cuántos periodistas facturan en vez de estar en IPS? Y el tercer problema es un tema de confianza. Si yo sé que el sistema no está funcionando bien y tiene serios problemas, prefiero no aportar y ver yo, arreglármela yo solo, ¿verdad? O sea, ese tipo de cosas ocurren”, afirmó.
Señaló que a esto se suman los problemas administrativos, con el mal manejo de las reservas, donde no siempre tienen la mejor rentabilidad posible y no todas se están usando de la mejor manera posible.
Además de eso, también están los problemas de los malos manejos administrativos en el sector de salud, considerando que tiene beneficios muy grandes para una tasa de aporte muy bajo, siendo este de reparto puro en el que se gasta lo que hay.
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“Programa de salud no debería endeudarse”
“El programa de salud no debería endeudarse, jamás. ¿Por qué? Se gasta lo que se tiene. Ese es el criterio de programa de reparto, pero promete beneficios muy grandes, se endeuda permanentemente”, sostuvo Royg.
Insistió en que se deben hacer ajustes de parámetros en los que se debe dar lo que se recauda o recaudar para poder financiar lo que se promete.
“En el programa salud hay muy mal manejo. Hay un problema de atención. Entonces, cuando yo digo problema de inversión, me refiero el arreglo del CREAM. No sé si era una inversión adecuada, no es competencia del IPS tener residencia de adultos mayores. Ahí se invirtió con fondos propios. ¿Por qué invertir en nuevos hospitales? Si nosotros probablemente tenemos que rediseñar el sistema de atención y potenciar que la gente no venga a Asunción por una apendicitis”, detalló.
Por último, citó el problema de deuda con las industrias farmacéuticas, siendo IPS el que tiene más medicamentos, considerando que su canasta básica de medicamentos tiene más variedad que países como Argentina, Chile, Brasil, que tienen mejores sistemas.
“La buena atención no está en la cantidad de servicios que otorgan, y, por otro lado, nosotros estamos gastando muchísimo en medicamentos muy caros y no medicamentos, a lo mejor de patologías más leves que tiene un tratamiento menor. Me conviene tratarle a la persona cuando tiene una pequeña enfermedad antes que tratarla a la persona cuando tiene una gran enfermedad, que las complicaciones ya son una tras otra”, concluyó.