Incertidumbre, aranceles y recuperación en los mercados financieros este año

Un índice bursátil es un indicador numérico que refleja el comportamiento conjunto de un grupo de empresas que cotizan en bolsa. Puede entenderse como una cesta de acciones, cuyo valor se ve influenciado tanto por el desempeño de las compañías que la integran como por factores externos, entre ellos las decisiones de política económica de un país, los acontecimientos internacionales y las expectativas del mercado.

Incertidumbre, aranceles y recuperación en los mercados financieros este año.
Incertidumbre, aranceles y recuperación en los mercados financieros este año.

Al observar sus variaciones es posible obtener una visión general sobre la dinámica bursátil. Por tanto, estos índices se utilizan como referencia para analizar la evolución de los mercados financieros y constituyen una herramienta fundamental para inversores, analistas y medios económicos.

Existen distintos índices bursátiles asociados a cada país. Por ejemplo, en Europa, destacan los índices IBEX 35 (España), FTSE 100 (Inglaterra), DAX (Alemania) y CAC 40 (Francia). En Asia, algunos de los más reconocidos son el Hang Seng (Hong Kong), el Compuesto de Shanghái (China) y el Nikkei (Japón). En América Latina, se encuentran el BMV IPC (México), el Ibovespa (Brasil) y el Merval (Argentina).

Específicamente, en Estados Unidos, dos de los principales índices son el S&P 500 y el Nasdaq 100. El primero reúne a las 500 empresas más grandes del país y representa una amplia variedad de sectores económicos, mientras que el segundo está compuesto por las 100 mayores compañías no financieras cuyas acciones se negocian en la bolsa Nasdaq, en su mayoría pertenecientes al sector tecnológico.

Cabe mencionar que, durante los primeros meses de 2025, ambos índices mostraron comportamientos volátiles. A saber, comenzaron el año con una tendencia alcista y alcanzaron su máximo histórico el 19 de febrero, cuando el S&P 500 se ubicó en 6.144 y el Nasdaq 100 en 22.176. Sin embargo, 48 días después, el 8 de abril, descendieron a sus niveles más bajos desde mediados de 2024, al situarse en 4.983 (S&P 500) y 17.090 (Nasdaq 100), lo que implicó caídas del 18,9% y 22,9% frente a sus respectivos picos.

Evolución diaria de los índices S&P 500 y Nasdaq 100
Evolución diaria de los índices S&P 500 y Nasdaq 100

Estas reducciones se explican, en gran medida, por la incertidumbre generada por la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump. A ello se sumaron sus constantes críticas al titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, lo que generó aún mayores tensiones en los mercados.

No obstante, luego de esta tendencia a la baja, ambos índices iniciaron una recuperación sostenida, favorecida por la desaceleración de la inflación interanual y por la suspensión temporal de ciertos aranceles previamente establecidos. Así, al 16 de junio, el S&P 500 cerró en 6.033 y el Nasdaq 100 en 21.938, por lo cual se acercan nuevamente al techo registrado en febrero.

La reciente aproximación de los índices a sus valores máximos en un periodo tan breve debería, de acuerdo con especialistas financieros, despertar cautela entre los inversores, dado que ese nivel ya había actuado previamente como un punto de inflexión. Por ello, se lo percibe como una posible zona de resistencia, es decir, un umbral a partir del cual los índices enfrentan dificultades para seguir al alza, al menos en el corto plazo.

En este contexto, los analistas coinciden en que el mercado se encuentra en una zona de sobrecompra. Ante esta situación, advierten que no sería un momento propicio para adquirir nuevas acciones, ya que comprar cerca de un techo técnico conlleva el riesgo de pagar precios elevados justo antes de una posible corrección. Sin embargo, resaltan que, si los índices superan con solidez dicha barrera, la estrategia se ajustaría: ya no se esperaría una caída tan pronunciada como la de abril para realizar la compra, sino un retroceso más moderado, con precios que estarían por encima de aquellos mínimos.

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Por último, es importante señalar que, en contraste con la marcada inestabilidad bursátil registrada en el primer semestre de 2025, la cotización del oro evidenció una clara trayectoria ascendente. Dicho comportamiento reafirma su papel tradicional como refugio financiero en momentos de tensión en los mercados, debido a que muchos inversores recurren a este metal como forma de preservar valor. De hecho, entre la segunda quincena de febrero y los primeros días de abril —cuando los índices S&P 500 y Nasdaq 100 experimentaron reducciones sostenidas— se observó un repunte en la demanda de oro, lo que impulsó su precio al alza. Así, se refuerza su gran atractivo financiero ante escenarios de alta incertidumbre.

* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.

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