El túnel de la autopista Ñu Guasu se inundó: ¿Qué pasó con el millonario contrato de mantenimiento?

El túnel de la autopista Ñu Guasu volvió a inundarse con tras las últimas lluvias, a pesar de que el MOPC había contratado a una empresa privada para su mantenimiento. El contrato, por hasta G. 20.000 millones, incluía tareas preventivas y la instalación de equipos permanentes en la zona. Además, las obras en la avenida Mariscal López y la fallida del metrobús también fueron inundadas por los raudales.

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Las deficiencias en varias obras que ejecutó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) volvieron a quedar en evidencia en las últimas lluvias. Uno de los casos más notorios fue el del túnel de la autopista Ñu Guasu (zona Botánico, calle Itapúa), que las últimas intensas precipitaciones volvieron a anegarlo. El sistema de desagüe presentó fallas, al parecer.

Llama la atención que esto haya ocurrido, porque el MOPC había adjudicado un contrato a una empresa privada que debía encargarse de la reparación y el mantenimiento de 15 pasos a desnivel en rutas nacionales y departamentales (ID 449.070), entre los cuales figura este paso.

La firma adjudicada fue Teco SRL, representada por Erik Roberto Wolf Pozzo y Fernando Sebastián Vera Salerno, por un monto máximo de G. 20.000 millones, bajo la modalidad de contrato abierto.

La vía estuvo clausurada durante varias horas.
La vía estuvo clausurada durante varias horas.

La empresa debía contar con un equipo permanente en la zona

La empresa debía instalar equipos permanentes de trabajo en puntos clave, así como realizar tareas preventivas para garantizar el correcto funcionamiento del sistema de drenaje, especialmente en días lluviosos. Aun así, el paso a desnivel volvió a llenarse de agua.

El mantenimiento preventivo incluye una revisión integral de toda la infraestructura y de sus componentes, permitiendo así efectuar correcciones, reparaciones y reemplazos necesarios (como iluminación) para el funcionamiento óptimo de túneles y viaductos. Además, la empresa tiene la responsabilidad de atender cualquier situación que se presente, como inundaciones o robos de cables y equipos, durante la vigencia del contrato, que se extiende hasta 2026.

Consultado al respecto, el Ing. Carlos Casati, jefe de Conservación de Rutas del MOPC, explicó que la inundación fue causada por la intensidad de la lluvia y por la falta de automatización del sistema: “Llovió demasiado nomás y la bomba no tiene sistema automático, por eso hay que ir a prenderla manualmente. Anoche se vació, pero se volvió a llenar muy rápido con esta lluvia”, expresó.

Al preguntarle sobre el último trabajo realizado por la empresa contratada, indicó: “Limpiaron todo y repararon la bomba, pero el sistema no está completo porque tenemos miedo de que nos vuelvan a robar. Entonces queremos primero construir la caseta para la Policía y después terminar todo”.

También se inundó la zona de obras de Mariscal López

Otra zona afectada fue la avenida Mariscal López, en la llamada “curva de la muerte”, donde un vehículo fue arrastrado por el raudal. Sobre esta situación, Casati explicó que los desagües aún no están conectados:

“Esas alcantarillas en la zona del Stock no están funcionando; muchas zonas se inundaron simplemente por el exceso de lluvia”, insistió.

Zona del fallido metrobús tras el descenso del raudal.
Zona del fallido metrobús tras el descenso del raudal.

Metrobús: otra vez como un río caudaloso

La ruta PY02, entre Calle Última y el campus de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), también se vio afectada. Esta zona fue intervenida por la empresa portuguesa Mota Engil durante la fallida obra del Metrobús, y volvió a inundarse tras las recientes lluvias.

La ciudad más afectada fue Fernando de la Mora, donde el agua, otra vez, ingresó a los locales comerciales, y sus propietarios no pudieron evitarlo. Exigen mejoras urgentes al deficiente sistema de desagüe construido por la contratista durante el gobierno de Horacio Cartes (2013–2018).

“El raudal inundó otra vez los negocios. Mi local amaneció lleno de agua. Cada vez que llueve, la avenida se convierte en un río caudaloso. Nos inundamos cada vez que cae una lluvia fuerte”, manifestó Nelson Escobar, comerciante de la zona.

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