UE clasifica como “riesgo estándar” a Paraguay: ¿qué implica en términos comerciales?

En el marco de la implementación del reglamento 1115 o ley “antideforestación” de la Unión Europea (UE), el bloque evaluó países según distintos niveles de riesgo y clasificó al Paraguay en la categoría “estándar o medio”. Si bien la determinación no implica restricciones para el comercio, podría influir en los precios de exportación, según analizó la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

Paraguay exportó 2.211.760 Ton. de soja en grano, mientras que en igual periodo del 2024 envió 2.580.276 Ton., una caída del 14,2% en volumen.
Paraguay exportó 2.211.760 Ton. de soja en grano, mientras que en igual periodo del 2024 envió 2.580.276 Ton., una caída del 14,2% en volumen.PAUL BUCK

La Comisión Europea realizó la evaluación de los distintos países o regiones según criterios relacionados con la tasa de deforestación o degradación de bosques, de cara a la implementación del reglamento 1115, que busca evitar que materias primas como la carne, la soja, la madera y sus derivados consumidos en la UE hayan generado deforestación después de 2020.

Junto con Argentina y Brasil, Paraguay fue incorporado a la categoría de riesgo “estándar” o medio. Los países del nivel más bajo estarán sujetos a procedimientos simplificados de control a la hora de suministrar sus productos a la UE, aunque los controles se intensificarán de manera proporcional en los siguientes niveles.

Para entender qué impacto tendrá esta clasificación para el comercio entre el bloque europeo y nuestro país, desde la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) se explicó que se debe poner poco en el porcentaje de auditoría de las cargas que determina la normativa europea, según el riesgo del país que provee al bloque.

“Para Paraguay, ese porcentaje será del 3%, atendiendo su clasificación de riesgo ‘estándar’. Lo que puede pasar es que el comprador europeo, que tiene diferentes opciones de orígenes para un mismo producto, eventualmente preferiría adquirir del que tiene la calificación más baja, en lugar del que está en el nivel medio, o compensar esta realidad con la variable de precios”, analizó Hugo Pastore, director ejecutivo de Capeco.

soja grano
En el marco de la implementación del reglamento 1115, el bloque europeo evaluó países según distintos niveles de riesgo y clasificó a Paraguay en la categoría “estándar o medio”.

Criterios inentendibles

Pastore señaló además que no se entienden los criterios que utilizó la UE para clasificar a Paraguay en el nivel de riesgo “medio o estándar”, pese a que el país “hizo la tarea” en términos de sostenibilidad en el sector productivo.

“Tenemos una normativa de ‘deforestación cero’ vigente desde el 2004. Además, informes oficiales del Instituto Forestal Nacional muestran que cerca del 99% de la soja producida en el país se hace en áreas que cumplen con la normativa de no haber sido deforestadas posterior a diciembre de 2020, que es lo que marca la resolución 1115. No queda muy claro cuáles fueron los criterios”, insistió.

Destacó que la clasificación no será un impedimento en términos comerciales, aunque señaló que “puede generar algún tipo de dificultad con relación al precio”.

Cosecha de Soja
Cosecha de Soja

La principal preocupación del sector

Más allá de la clasificación, el director ejecutivo de Capeco resaltó que en el sector existe una gran preocupación ante la exigencia de segregación física de los granos que contempla la normativa 1115 y sí podría convertirse en un impedimento para el comercio con el bloque europeo. Mencionó que, hasta el momento, no están viendo voluntad en la UE para flexibilizar el requerimiento, una actitud que causa incertidumbre.

“Preocupa que el negocio no está pensado para una segregación física y no solo en Paraguay, en cualquier país que opera con granos. Los silos de acopio, los puertos y las industrias están pensados para que el producto se mezcle. Si uno quiere tener posibilidad de segregar, tiene que haber una lógica económica que lo justifique, pero también requiere de nueva infraestructura, recursos y tiempo”, enfatizó.

Recordó que, si bien la venta directa a la Unión Europea es relativamente baja, en la “configuración, donde se suma lo indirecto, a través de Argentina, ya es importante, atendiendo que el 30% de nuestras ventas llegan a la UE”. De ahí que existe gran preocupación e incertidumbre respecto a esta normativa.

No obstante, señaló que los actores vinculados a la cadena de valor de la soja siguen trabajando en el diseño de plataforma de identificación y trazabilidad de granos, de adhesión voluntaria, para quienes deseen exportar al bloque europeo.

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