La Industria Nacional del Cemento (INC), administrada por Gerardo Guerrero Agustí, nuevamente tuvo que detener su horno de clínker en la planta de Vallemí (Concepción) desde el pasado domingo, debido a graves problemas técnicos, según informaron los obreros de la fábrica. Esta vez, de acuerdo con los reportes, el problema se registró en las placas del molino de crudo, lo que ha dejado a la estatal sin la producción del vital insumo para la fabricación de cemento.
La falla ocurrió nuevamente solo 10 días después de que la empresa estatal comunicara el reinicio del proceso de calentamiento del horno, para ponerlo en funcionamiento. A su vez, eso se dio luego de los dos meses de paro que se realizó para el mantenimiento anual. El horno debería funcionar de manera continua durante al menos diez meses.
Un equipo de este diario se trasladó ayer hasta las oficinas administrativas de la estatal en Asunción para intentar entrevistar al titular de la cartera, con el fin de obtener explicaciones claras sobre las constantes fallas del horno. Sin embargo, no fuimos recibidos.
En el departamento de comunicaciones nos informaron que la máxima autoridad no dará entrevistas por el momento, ya que estará enfocado en atender la producción y la cuota del mercado de la estatal, que actualmente alcanza apenas el 36%.
De esta manera, el presidente de la cementera se niega a transparentar su gestión, en medio de cuestionamientos por la escasa producción.
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Maquinarias de cantera en su mayoría fuera de servicio
Otro de los cuestionamientos de los funcionarios de la planta es que las maquinarias de la cantera están en su mayoría fuera de servicio, principalmente debido a la falta de repuestos. Además, denunciaron que un camión cargado perdió los frenos y milagrosamente, el operador logró saltar a tiempo.
Asimismo, mencionaron que una trituradora de materias primas, con una capacidad de 600 tn/h, no alcanza a procesar 300 tn/h debido a la falta de insumos y la escasez de maquinarias para el cargamento y transporte.
Otro hecho que ha sido señalado es que el titular de la INC sigue sin presentar el balance del año pasado, aparentemente con el objetivo de ocultar las millonarias pérdidas que enfrenta la empresa. Según datos extraoficiales, estas pérdidas habrían aumentado exponencialmente.
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INC sigue comprando clínker ante baja producción
Lo cierto es que el horno de la INC continúa teniendo interrupciones. Hace 10 días se reactivó después de problemas con los materiales refractarios, aparentemente debido a la baja calidad de los insumos utilizados durante la última intervención, según fuentes internas. Más preocupante aún es que estas fallas se hayan producido pese a la millonaria inversión de más de G. 12.000 millones en dichos materiales.
Para paliar la falta de producción de clínker, la estatal continúa comprando este insumo de otras empresas. La última compra fue adjudicada a la empresa Monte Alegre, representada por Emanuelle Maedy Hoeckle Alfaro, por un total de G. 32.880 millones, para el suministro de hasta 30.000 toneladas. Hasta ahora, no se ha aclarado si el insumo adquirido fue importado o comprado a otra cementera local.
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Según la Contraloría General de la República (CGR), la capacidad nominal de producción de clínker de la INC es de 600.000 toneladas al año. Sin embargo, en 2023 solo se produjeron 271.417 toneladas, frente a las 408.769 del año anterior. A pesar del aumento del 51%, no se alcanzó la capacidad total, lo que obliga a seguir comprando el insumo.
Además, la continuidad de la adquisición de clínker evidencia el fracaso de la inversión de US$ 80 millones, provenientes de la colocación de bonos soberanos, realizada en gran parte durante el gobierno de Horacio Cartes. Esta inversión tenía como objetivo precisamente aumentar la capacidad de producción de clínker en Vallemí.
A consecuencia de la baja producción, la INC no puede cumplir con la promesa de despachar 90.000 bolsas de cemento por día. Actualmente, con suerte, entrega entre 35.000 y 50.000 bolsas diarias.