El crecimiento también se refleja en la magnitud de usuarios involucrados. De acuerdo con el Banco Mundial (BM), existen aproximadamente 412,4 millones de trabajadores registrados en plataformas digitales a nivel global. Sin embargo, no todos tienen este trabajo como actividad principal. El informe Working without Borders (2023) desglosa esta cifra en tres categorías: 132,5 millones de trabajadores principales, 173,7 millones secundarios y 106,2 millones marginales. En América Latina y el Caribe, las estimaciones son de 12 millones de trabajadores principales, 21 millones secundarios y 14 millones marginales, dentro de una fuerza laboral regional cercana a los 330 millones de personas. Esto implica que entre el 4% y el 14% de los trabajadores estarían registrados en alguna plataforma digital basada en la web.
Pese a estas cifras, existen limitaciones metodológicas para dimensionar con precisión el alcance del fenómeno. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte sobre la ausencia de una definición uniforme y de métodos estadísticos consensuados para identificar a los trabajadores de plataformas. No obstante, las encuestas nacionales ofrecen algunas referencias: en Brasil, este tipo de empleo representa el 1,7% del trabajo privado, mientras que en Chile alcanza el 0,5%.

Se suman desafíos
Cálculos dan cuenta que en 63 países operan 545 plataformas de trabajo en línea, con trabajadores y usuarios en 186 naciones. Aunque una mayoría (73%) son de carácter regional o local, estas concentran apenas el 29% del tráfico global. En América Latina y el Caribe, el número de plataformas regionales activas es limitado, entre el 3% y 4% del total global, y se identifican unas 22 plataformas con operaciones regionales.
El crecimiento sostenido del trabajo digital en la región refuerza la necesidad de contar con estudios específicos que permitan comprender sus características particulares. A medida que este modelo laboral sigue ampliando su presencia, resulta clave generar evidencia empírica que contribuya al debate sobre sus implicancias sociales, económicas y regulatorias.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.