Sin embargo, en este contexto de bajo desempeño generalizado, que no contempla la calidad, los recursos asignados ni determinan los niveles de requerimientos de los proyectos de infraestructura, Paraguay se posicionó como el país con el mayor aumento en los niveles de ejecución, con una mejora de 23,7 puntos porcentuales (p.p.), lo que representó un avance significativo frente al deterioro observado en otras economías, conforme con el organismo internacional.
En promedio, la región había reducido sus niveles de ejecución en 3,5 puntos porcentuales durante el periodo analizado. Mientras tanto, Ecuador experimentó el mayor retroceso, con una caída de 66 puntos, ilustrando los extremos dentro del comportamiento regional.
El análisis gráfico del BID muestra que, si bien el promedio de ALC mantuvo una ejecución superior al 70% a lo largo de las últimas dos décadas, Paraguay partió desde un nivel levemente superior al 50% en 2003, con episodios de marcada volatilidad. Entre 2007 y 2014, la ejecución se mantuvo inestable, incluso por debajo del 50% en algunos años, como en 2008 y 2014.
No obstante, a partir de 2015 se observa una tendencia ascendente más consistente, interrumpida en 2021, pero retomada en los años siguientes como en el 2023 cuando Paraguay alcanzó niveles de ejecución similares al promedio latinoamericano, revelan los datos del BID.
Incidencias sociales y económicas
Es de mencionar que una alta ejecución presupuestaria en inversión pública tiene implicancias concretas sobre el crecimiento económico, el empleo y la calidad de vida. Una mayor ejecución significa que los recursos aprobados efectivamente se traducen en obras públicas, infraestructura y servicios que impulsan el desarrollo.

El desempeño de Paraguay se podría atribuir a una mayor institucionalización de los procesos de inversión pública, mejoramiento en las prácticas de ejecución presupuestaria y algunos avances en la digitalización y trazabilidad de proyectos.
Asimismo, reformas introducidas durante la última década, como la implementación de sistemas de evaluación de proyectos y marcos normativos para la inversión, pero, sobre todo, la necesidad de ejecución en contextos económicos adversos que llamaron a mayores inversiones para mitigar los impactos.
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Pese a los avances en el país y al estancamiento observado en otras economías, se pone en evidencia la necesidad de fortalecer los marcos de gobernanza, mejorar la planificación multianual y reducir cuellos de botella burocráticos. El informe del BID resalta que los países que más han avanzado son aquellos que cuentan con organismos técnicos fortalecidos y con mayor autonomía para evaluar y monitorear el gasto de capital.
En suma, el reto a futuro de Paraguay será sostener esta mejora en el tiempo, garantizando que la mayor ejecución se traduzca efectivamente en obras de calidad, con impactos positivos y sostenibles en el desarrollo nacional.
Buena tendencia
A partir de 2015 se observa en Paraguay una tendencia ascendente más consistente, interrumpida en 2021, pero retomada en los años siguientes como en el 2023.
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El significado
Una mayor ejecución significa que los recursos aprobados efectivamente se traducen en obras públicas, infraestructura y servicios que impulsan el desarrollo.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.