INC no logra reactivar su horno de clínker y crece la incertidumbre

La planta de Vallemí sigue fuera de servicio pese a que la reactivación del horno estaba prevista para el viernes pasado. Mientras, continúan los reclamos por escasez de cemento en la planta, mientras la estatal guarda silencio sobre las causas reales de la falla y los costos de una nueva reparación, agravando la incertidumbre en el sector.

El horno de la INC se paraliza constantemente.
El horno de la INC se paraliza constantemente. Gentileza

La Industria Nacional del Cemento (INC), dirigida por Gerardo Guerrero Agustí, tenía previsto reactivar el pasado viernes su horno de clínker en Vallemí, tras haber detenido la producción desde el martes último debido a graves fallas técnicas. Sin embargo, fuentes de la planta confirmaron que hasta ahora no han logrado poner en funcionamiento la máquina, que debe alcanzar una temperatura óptima para retomar la producción del insumo esencial para el cemento.

La avería surgió luego de una parada anual programada para mantenimiento durante el primer trimestre del año. Desde el último paro, la estatal no ha ofrecido explicaciones claras sobre cuándo volverá a operar el horno ni cuánto costará esta nueva intervención, a pesar de que, tras la última intervención, la planta debía mantenerse operativa durante al menos 10 meses.

Fuentes internas de la cementera indicaron que la interrupción se produjo por el desgaste de los ladrillos refractarios, aparentemente debido a la baja calidad de los materiales utilizados en la última reparación. No obstante, desde el Departamento de Comunicaciones de la empresa aseguraron que se trató nuevamente de un “paro programado”, sin brindar detalles específicos sobre la falla.

“El martes se realizó un paro programado pos-mantenimiento para hacer ajustes en el área de molienda de crudo y en el sector refractario. Son ajustes necesarios para garantizar la continuidad del funcionamiento del horno. Se estima que volvería a arrancar el viernes 2 de mayo”, afirmaron desde la dependencia.

Consultados sobre un posible colapso de los ladrillos refractarios por materiales defectuosos, voceros de la empresa lo negaron, asegurando que “solo se trata de ajustes técnicos necesarios”. Sin embargo, tras vencerse la fecha estimada de reactivación, ni el área de Comunicaciones ni el presidente de la estatal respondieron a nuevas consultas.

Así se ve por dentro el horno de la INC.
Así se ve por dentro el horno de la INC.

Paro en medio de escasez de cemento en la planta de Villeta

Esta nueva interrupción ocurrió en medio de reclamos por parte de distribuidores debido a la escasez de cemento con el sello de la estatal y con el paro del horno de clínker aumenta la incertidumbre del sector. Fuentes de la planta de Villeta indicaron que el despacho de cemento recién inicia al mediodía, ya que no logran alcanzar los volúmenes necesarios.

La entrega de cemento puzolánico desde la planta de Villeta se reanudó a mediados de abril, gracias a la llegada de clínker adquirido externamente, ya que la producción en Vallemí estaba paralizada. Sin embargo, la distribución continúa siendo limitada, por lo que la INC posee apenas el 33% del mercado, según los datos oficiales.

Para paliar esta situación, la INC adjudicó la compra de clínker a la empresa Monte Alegre, representada por Emanuelle Maedy Hoeckle Alfaro, por un valor de G. 32.880 millones, para el suministro de hasta 30.000 toneladas. Esta adquisición responde a la imposibilidad de la estatal de operar a plena capacidad antes de la parada anual del horno. No se ha aclarado si el clínker fue importado o adquirido de otra cementera local.

Intentamos contactar con dicha empresa para tener los detalles, pero tampoco tuvimos respuestas.

Fábrica de INC no alcanza su capacidad de producción

Según la Contraloría General de la República (CGR), la capacidad nominal de producción de clínker de la INC es de 600.000 toneladas al año. Sin embargo, en 2023 solo alcanzó las 271.417 toneladas, frente a las 408.769 de 2022. Aunque hubo un incremento del 51 %, la producción sigue lejos del máximo esperado, lo que obliga a continuar con las compras externas del insumo.

Esta situación también pone en evidencia el fracaso de la millonaria inversión de US$ 80 millones —proveniente de bonos soberanos— realizada mayoritariamente durante el gobierno de Horacio Cartes. Dicha inversión tenía como objetivo precisamente aumentar la capacidad de producción de clínker en Vallemí.

Debido a la baja producción, la INC no ha podido cumplir su promesa de despachar 90.000 bolsas de cemento por día. En la actualidad, apenas logra entregar entre 35.000 y 50.000 bolsas diarias.

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