Las intensas lluvias y el desborde del río Pilcomayo desataron la crisis en la Región Occidental o Chaco, que afecta principalmente a zonas como General Díaz. Este escenario supone importantes desafíos para la logística y movilidad del ganado hacia las plantas frigoríficas, que son responsables de la exportación y provisión local de carne, explica la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec).
Ramiro Maluff, presidente de la Appec, dijo que actualmente hay condiciones climáticas “muy adversas” para la logística de la faena y destacó el “sacrificio enorme” que están realizando los productores para movilizar su ganado en ese contexto en el Chaco. “Veníamos de años de seca espantosa, período en el que el ganado sufría terriblemente, y ahora nos enfrentamos en el otro extremo por el exceso de agua”, explicó.
Ante este escenario, adelanto que abril cerraría con “el peor” registro de faena de los últimos cuatro años, con un total cercano a las 150.000 cabezas, en “el mejor de los casos”. Mencionó que, hasta el inicio de la semana, se había faenado apenas 104.000 cabezas, por lo que se visualiza que este mes no sería “razonable” en términos del volumen de ganado faenado.
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“El productor no tiene la responsabilidad. Al contrario, el sacrificio que está haciendo para movilizar ganado es impresionante. Son las realidades a las que se enfrenta. Pero, en general, visualizamos que abril no va a ser razonable para la faena”, insistió.

Impacto en la oferta de carne
El bajón en el ritmo de la faena se da en un “momento poco oportuno”, dijo Maluff al recordar que, de cara a las festividades de mayo, aumenta la demanda de los productos cárnicos, especialmente de la costilla.
“De lo faenado, las costillas quedan en el mercado doméstico. Si nosotros faenamos 140.000 cabezas, vamos a tener 280.000 planchas de costilla. Pero, si faenamos 200.000 cabezas, serán 400.000 planchas de costilla. Vemos que (la baja en el ritmo de faena) se da en un momento poco oportuno, en el que la demanda va a ser alta”, explicó. No obstante, no se refirió específicamente a algún riesgo de desabastecimiento.
Señaló igualmente que los supermercados tienen libertad para importar costilla y recordó que ya lo han hecho en el pasado, aunque este año “no hay de dónde” hacerlo debido a que este producto está más caro en Brasil que en el mercado local.