Panorama, desafíos y perspectivas de las cuentas públicas

Desde principios de la década del 2000, Paraguay ha mantenido una disciplina fiscal relativamente estable, con superávits fiscales en varios años y déficits controlados dentro del límite del 1,5% del producto interno bruto (PIB) establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) de 2013. No obstante, en los últimos años, diversos acontecimientos han llevado al país a sobrepasar este umbral.

Evolución de las cuentas públicas
Evolución de las cuentas públicasArchivo, ABC Color

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Entre 2003 y 2012, Paraguay registró resultados fiscales variables, con un periodo de superávits entre 2004 y 2008, alcanzando un pico de 1,7% del PIB en 2007. Sin embargo, a partir de 2012, el país entró en una fase de déficits fiscales, principalmente debido a incrementos en el gasto público, como el aumento del 38% en salarios y el uso del Artículo 12 de la Ley, que permitía ampliar temporalmente el descalce bajo ciertas condiciones extraordinarias. Sobre este último punto, debido a la crisis económica registrada en el 2019, el Gobierno había solicitado al Congreso Nacional hacer uso de la mencionada “cláusula de escape”, con cuya autorización implementó un ambicioso Plan de Contingencia Económica que fue financiado con endeudamiento, lo que llevó a un déficit de 2,8% del PIB.

Sin embargo, el mayor quiebre en la disciplina fiscal se produjo en 2020, con el impacto de la pandemia de covid-19. Ante tal escenario, fue implementado un paquete de medidas para mitigar los efectos de la crisis sanitaria y económica, lo que llevó el déficit fiscal a un nivel sin precedentes del 6,1% del PIB. Este deterioro se debió al aumento del gasto en salud, subsidios sociales y apoyo a empresas, así como la caída de los ingresos tributarios por la contracción económica.

En 2021, el desequilibrio de las cuentas públicas se redujo al 3,6% del PIB, reflejando un esfuerzo por contener el gasto y recuperar los ingresos tributarios. No obstante, el nivel de endeudamiento había aumentado considerablemente, generando presiones sobre las finanzas públicas a mediano plazo.

En 2022, el déficit se mantuvo en 2,9% del PIB y alcanzó 4,1% en 2023. Este aumento estuvo vinculado a la necesidad de saldar deudas con proveedores del Estado, incluyendo constructoras y el sector farmacéutico, además de ajustes vinculados a programas sociales.

Para 2024, el déficit fiscal cerró en 2,6% del PIB, mostrando una reducción significativa respecto al 2023. Sin embargo, aún se encuentra por encima del 1,5% estipulado en la LRF. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha trazado un plan de convergencia fiscal que busca regresar a este límite para el año 2026, con una reducción progresiva del déficit: 1,9% en 2025 y 1,5% en 2026. Este ajuste se realiza en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que implica restricciones en el gasto público y mayor eficiencia en la recaudación tributaria. Además, el cumplimiento de esta meta es crucial para mantener la confianza de los inversionistas y evitar un aumento en el costo del financiamiento.

Comportamiento del resultado fiscal en Paraguay
Comportamiento del resultado fiscal en Paraguay

Impacto en el financiamiento de la inversión pública

Uno de los efectos más notorios del proceso de consolidación fiscal ha sido la reducción en la inversión pública. En 2024, representó el 1,9% del PIB, por debajo del promedio de 3,1% registrado entre 2020 y 2022. Esta disminución viene respondiendo a la necesidad de priorizar el equilibrio fiscal, limitando la capacidad del Estado para financiar proyectos de infraestructura esenciales.

Históricamente, Paraguay ha recurrido a la emisión de bonos soberanos y préstamos de organismos multilaterales para financiar los planes de infraestructura. Sin embargo, la creciente carga de la deuda y el proceso de convergencia fiscal han impactado en este modelo de financiamiento, que ya había llegado a su fin, en los últimos años.

Si bien, el cumplimiento del acuerdo fiscal con el FMI es fundamental para restaurar la estabilidad de las finanzas públicas y mantener la confianza de los inversionistas, la reducción en la inversión pública plantea interrogantes sobre el impacto en el desarrollo económico y la capacidad del país para mejorar su infraestructura.

Por tanto, el desafío para Paraguay será encontrar un equilibrio entre la consolidación fiscal y la necesidad de impulsar el crecimiento. La implementación de estrategias vinculadas al uso de normativas que involucran al sector privado para el diseño y ejecución de proyectos de obras aunado a una mayor eficiencia en el gasto público serán preponderantes para no comprometer, en parte, la estabilidad económica del país.

En la siguiente edición, se abordará la evolución del resultado fiscal durante el 2025 y la dinámica de las inversiones.

* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.

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