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Por un lado, Clyfsa sostiene que la causa de los apagones es la falta de inversión de ANDE en la subestación de Paso Pé, que abastece tanto a la firma privada como a usuarios normales de la estatal en Guairá y Caazapá. Luis María Ocampos, presidente de CLYFSA, afirmó que la empresa propuso adquirir un nuevo transformador y repotenciar la subestación, pero ANDE se negó. “Nosotros consumimos 34 megavatios de los 5.000 que consume todo el país y pedimos mayor potencia, pero no nos quieren dar. Están extorsionando a todos para fundir a la empresa”, denunció Ocampos.
Por su parte, ANDE asegura que Clyfsa sobrepasa los límites de uso de energía contratada, priorizando el suministro a empresas de criptominería. Según Nelson Medina, asesor jurídico de ANDE, los cortes se deben a que la demanda energética de la empresa privada supera, cuando la capacidad contratada era de 24 MW y la capacidad técnica de la estatal. ANDE acusa a Clyfsa de poner en riesgo el sistema eléctrico de la región al favorecer a la criptominería y recordó que desde hace dos años ambas entidades mantienen un litigio judicial, en el que Clyfsa logró pagar una tarifa reducida mediante un amparo constitucional.
Clyfsa rechazó categóricamente estas acusaciones y reiteró que la falta de un transformador más potente es la raíz del problema. Aseguró que la empresa garantizó hacerse cargo del costo total del nuevo transformador, pero ANDE no aceptó. “Así trabajan los burócratas. Somos una empresa pequeña, pero eficiente, y eso les molesta”, sentenció en una entrevista días atrás.
El último comunicado de la firma privada confirmó dos cortes en el servicio que se produjeron en la mañana del domingo. Nuevamente, responsabilizan a la estatal por una deficiencia en el suministro de alta tensión de la línea 66 kV, de la cual se abastece.
La disputa podría derivar en acciones legales, puesto que Ocampos advirtió que si ANDE continúa lo que él mismo llamó una campaña de desprestigio, emprenderán medidas judiciales para proteger la reputación de Clyfsa.
