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El estudio “Juventud desigual: Un reto para el desarrollo del Cono Sur” de Virginia Queijo, Marisol Rodríguez Chatruc y Belén Sotto, fue publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el cual las autoras hacen un análisis de la situación de los jóvenes en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Entre las conclusiones más relevantes de dicho estudio es que los jóvenes son un activo fundamental para el crecimiento económico del Cono Sur, por lo que en este estudio enumeraron los principales riesgos a los que están expuestos actualmente, así como los desafíos para insertarlos en la economía formal.
El estudio refiere que más de la mitad de los 44 millones de jóvenes de 15 a 24 años que viven en el Cono Sur enfrentan desafíos como el desempleo, la informalidad, la pobreza, o no están involucrados en actividades educativas ni laborales (son NiNis, ni estudian ni trabajan). Añade que pese a los grandes avances realizados en el acceso a la educación, esta franja poblacional se encuentra rezagada en calidad y equidad en estos países, con altas tasas de abandono y repetición y bajos logros en competencias básicas. Las tasas de abandono antes de completar la secundaria y la repetición son elevadas, especialmente en Uruguay y Paraguay.
El informe menciona entre los principales motivos de abandono de la educación reportados en Paraguay en 2022 fueron por problemas financieros (30%), el trabajo (28 %), problemas familiares y de salud (21 %) y falta de interés (15 %).
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Franja NiNiNis en aumento
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Otro dato relevante que se desprende del estudio “Juventud desigual: Un reto para el desarrollo del Cono Sur”, es que la cifra de los NiNis (que no estudian ni trabajan) llega a 8,5 millones jóvenes en el Cono Sur, de los cuales casi 6 millones son NiNiNís (que no estudian, ni trabajan, ni buscan empleo); la mayoría de ellos se encuentran en los quintiles más bajos de ingresos. La proporción de jóvenes mencionada contribuye a la transmisión intergeneracional de la pobreza y representa un desafío persistente.
Resaltan que en la última década, la proporción de NiNis aumentó en Paraguay y Brasil Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la población Nini llegaba a cerca de 260.000 jóvenes. Las tasas varían por país: en 2022, Argentina tenía una tasa del 15% de NiNis, Brasil del 21%, Chile del 15%, Paraguay del 17% y Uruguay del 16 %.
Pobreza y trabajo juvenil
Por otra parte, el estudio del BID refiere que la pobreza y el trabajo informal sigue afectando en gran manera a la población joven de Paraguay.
El informe detalla que casi 6 de cada 10 jóvenes en el Cono Sur viven en hogares pobres o vulnerables y que en este contexto, Brasil y Paraguay presentan las mayores tasas de pobreza juvenil, superando el 20 %. Esto representa que 1 de cada 4 jóvenes de 15 a 19 años está en situación de pobreza y que esta condición afecta más a los jóvenes que a los adultos, especialmente en el grupo de 15 a 19 años, con tasas de pobreza que son el doble de las de los adultos.
En lo que respecta a la participación de los jóvenes en el mercado laboral, el estudio revela que es más alta en Brasil y Paraguay (mayormente ocupación informal), donde el porcentaje que asiste al sistema educativo es relativamente bajo, mientras que en Argentina, Chile y Uruguay alrededor de la mitad de los jóvenes se dedican exclusivamente a estudiar (porcentaje mayor al promedio de América Latina y el Caribe).
Los datos revelan que de cada 10 trabajadores jóvenes, 8 tenían un trabajo informal en Paraguay, 7 en Argentina, 5 en Brasil, 4 en Chile y 3 en Uruguay.
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Barreras en el trabajo formal
Justamente una encuesta realizada por el BID a empresas en Paraguay y Uruguay mostró que los problemas con las habilidades socioemocionales (HSE) en el trabajo explican una parte muy importante de los despidos y de la alta rotación del personal en la población joven. Las HSE son capacidades que permiten a las personas comprender y gestionar sus emociones, establecer relaciones positivas y tomar decisiones responsables como la empatía, autonomía, autocontrol, determinación, respeto, solidaridad.
Detallan que casi la mitad de los empleadores reportan que las dificultades con las habilidades socioemocionales de los trabajadores son la principal razón de despido. La carencia de este tipo de habilidades presenta un desafío dado que existe evidencia que muestra que son cada vez más recompensadas en el mercado laboral.
En Paraguay los jóvenes que se encuentran estudiando y que aún no han participado activamente en el mercado laboral tienen altas expectativas sobre su inserción en el mundo del trabajo, mientras que quienes han tenido experiencia en el mundo del trabajo tienen una visión menos optimista.