Falta de monitoreo de precios: ¿retroceso para los derechos del consumidor?

La eliminación del control de precios por parte de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco) genera preocupación entre los consumidores debido a la falta de control en los comercios. El extitular de la institución señaló que mediante esta verificación constante se pudo constatar que Paraguay haya tenido la canasta más barata de la región, además de la variación de precios. Actualmente, Paraguay es el único país que no monitorea el precio de sus productos.

Carrito de supermercado
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El exdirector de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), Juan Marcelo Estigarribia, lamentó que se haya interrumpido el monitoreo semanal de precios. Subrayó que era una práctica clave para la defensa de los derechos del consumidor que se dejó de realizar durante la gestión del presidente Santiago Peña.

Este informe, que se publicaba semanalmente, permitía a los ciudadanos conocer las variaciones en los precios de la canasta básica y otros productos esenciales.

“Lastimosamente, es una práctica que se dejó de hacer, y para mí, era una información útil y válida. Con eso se garantizaba el derecho a la información, un derecho fundamental para la defensa del consumidor”, sostuvo Estigarribia.

Impacto directo en los consumidores

Con el fin de año acercándose, los precios de los productos suelen experimentar aumentos que impactan en el bolsillo del consumidor. Sin el monitoreo oficial, verificar estas alzas se convierte en un desafío.

El control de precios no solo permitía detectar aumentos por parte de los proveedores, sino que también servía para identificar las zonas donde los productos se ofrecían a precios más baratos, según explicó Estigarribia.

Monitoreo era herramienta sencilla pero efectiva

Estigarribia explicó que el monitoreo de precios formaba parte de la rutina de los fiscalizadores y no representaba una tarea compleja. “Solo se necesitaba un formulario con los ítems marcados, y los fiscalizadores completaban los precios”, enfatizó.

Este mecanismo permitió, por ejemplo, detectar cómo en marzo de 2020 el precio de un tapabocas se disparó de G. 380 a G. 5.000, para luego regularizarse a G. 500 en marzo de 2023.

Gracias a estos controles, se constató que Paraguay tenía la canasta básica más barata de la región, un dato que se probó en un contexto iberoamericano durante el 2023, según explicó Estigarribia.

¿Un retroceso regional?

El exdirector señaló que, actualmente, Paraguay es el único país de Iberoamérica que no realiza monitoreos de precios, una práctica común en la región. “Todos somos consumidores y utilizamos bienes y servicios. Este control es clave para garantizar derechos básicos y evitar desigualdades en el acceso a productos esenciales”, concluyó.

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