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El proyecto del Presupuesto General de la Nación 2025 al que legisladores incluyeron millonarios autoaumentos salariales y otros beneficios sigue causando indignación por parte de los distintos sectores y de la ciudadanía que se ve aquejada a diario por las carencias del servicio público.
Al respecto, el economista y exministro de Hacienda Dionisio Borda también se sumó a los cuestionamientos en torno a las autoasignaciones en el PGN 2025 y añadió que de las decisiones de la Cámara de Senadores ya nada sorprende, pero esta vez “llegaron al límite inimaginable” y que es normal que la reacción ciudadana fue de indignación y repudio por el abuso del poder para beneficios propios.
Dijo que los privilegios y los honorarios de estos políticos son vergonzosos e intolerables, considerando las tantas necesidades de recursos indispensables para los servicios públicos y de una remuneración más digna para profesionales de la salud. “Sin embargo, poco importa en el momento de asignar recursos financieros, provenientes de los impuestos. No respetan el dinero de los contribuyentes”, cuestionó.
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Una afrenta y provocación a la gente
Borda consideró que este autoaumento de G. 6 millones por mes para los 125 parlamentarios es verdaderamente una afrenta y provocación a la gente, a los ciudadanos.
“Somos testigos cotidianos de reiterado abuso parlamentario en aumentar gastos superfluos para sus operadores políticos y parientes, viajes al exterior, ampliaciones edilicias, mientras que las necesidades de la salud, educación y seguridad social de los más necesitados no encuentran respuestas en el Congreso”, exclamó Borda en relación a los escandalosos beneficios que también fueron aprobados por los legisladores.
Lógica perversa
En relación con la repetida excusa de que G. 15.000 millones no constituye mucho recurso dado el tamaño del presupuesto, da pie a que el Congreso puede seguir dilapidando los recursos del Estado porque en términos relativos siempre va a ser menor. “Esta lógica es perversa y dicho por el propio Presidente de la República para fundamentar que no vetaría el PGN 2025 con modificación del Parlamento”, apuntó.
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Solo algunos “ya están mejor”
Por otra parte, el mensaje constante de este Gobierno de “Vamos a estar mejor” añadió que solo a algunos les afecta. “Los parlamentarios sin dudas; sus operadores políticos y familiares en el Congreso obviamente, los oficialistas del partido también”.
Pero mencionó que si uno analiza el gasto de educación como porcentaje del PIB estaría en el orden de 2,7% y salud 2,6% del PIB. O sea, ambos gastos no excederían 5,3% del PIB. Tanto la educación como la salud, se sabe que están con serias restricciones de recursos: insumos, medicamentos, equipamientos, e infraestructura que demandan más recursos financieros.
Detalló que al comparar lo que invierten en la región cada sector, salud y educación cuentan con 6% del PIB respectivamente y con niveles de calidad superior. “Nuestro país está lejos de los promedios de la región y de escasa calidad”, lamentó.
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Faltó más intervención del presidente
Sobre la actitud del presidente Santiago Peña, añadió que en el tratamiento del PGN 2025 al inicio parecía que no estaba de acuerdo con el aumento de la dieta de los parlamentarios, pero finalmente apoyó el aumento y reiteraba que el Congreso le ha sancionado varias leyes y que él está muy agradecido con ellos.
“Me da la impresión de que la mayoría de las decisiones no tienen origen en Mburuvicha Róga sino en un sector de su partido. En el caso del PGN 2025 hubiera mostrado mayor intervención y capacidad de negociación”, expresó.
En cuanto al desempeño económico de este ejercicio, Borda refirió que cerraría este año con un crecimiento del 4% e inflación controlada dentro del rango, por debajo de 4%.
Pero añadió que hay tres preocupaciones este año: el crecimiento de la deuda pública dolarizada, la baja presión tributaria, en torno al 11% del PIB y la retracción de las inversiones físicas. Habría que estar atento en observar el desarrollo.