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El desarrollo de la urbanización, reflejado en el cambio de los hábitos de consumo y expansión de la infraestructura en el sistema financiero han impulsado la digitalización de los medios de pago en el país, tal como revelan los datos en el uso de tarjetas de débito del Banco Central del Paraguay (BCP). El hecho de que más personas estén empleando medios de pago electrónicos indica un crecimiento en el proceso de inclusión financiera, lo cual es beneficioso para la economía en general, ya que permite un mayor control y formalización de las transacciones, además de la seguridad en las operaciones.
En los últimos años, la cantidad de transacciones mensuales con tarjetas de débito en puntos de venta (POS) en Paraguay ha tenido un aumento considerable de más de 2 millones de compras en 2018 a incluso 12 millones en periodos de 2023 y 2024, creciendo en aproximadamente 7.200.000 entre el registro inicial y los últimos datos disponibles.
Así también, el monto total operado ha mostrado una tendencia al alza, pasando de niveles cercanos a los G. 400.000 millones a picos de más de G. 1,6 billones en 2023. En 2018 se habían transaccionado por alrededor de G. 360.000 millones superando los G. 1 billón a setiembre del presente año.
El crecimiento puede atribuirse a varios factores, entre ellos y como se mencionó, al aumento en la adopción de medios de pago digitales y el desarrollo de infraestructura para procesar pagos electrónicos, especialmente en sectores comerciales, donde antes predominaba el efectivo. Además, la pandemia de covid-19 jugó un papel importante en la digitalización del consumo. Durante el periodo de confinamiento, muchas personas recurrieron a métodos de pago sin contacto para minimizar el riesgo de contagio, lo que aceleró la transición hacia el uso de tarjetas y pagos digitales.
Periodos de mayores operaciones
El gráfico también muestra que los picos de consumo con tarjetas de débito tienden a ocurrir en períodos de mayor actividad comercial, como diciembre, impulsados por las festividades de fin de año y el pago de aguinaldos. Sin embargo, a partir de 2020, se observa que los altos niveles se hacen más pronunciados, con incrementos importantes en el monto de las transacciones. Esto sugiere que no solo más personas están usando tarjetas de débito, sino que también están realizando compras de mayor valor vinculado a facilidades y promociones.
La dinámica refleja una economía en recuperación tras la pandemia y un aumento en el poder adquisitivo, aunque también puede estar influenciada, en parte, por la inflación, que incrementa el valor nominal de las transacciones.
Finalmente, el incremento en el uso de tarjetas de débito en puntos de venta tiene varias implicancias para el sistema financiero paraguayo. En primer lugar, este cambio hacia el uso de medios electrónicos permite una mayor formalización de la economía, lo cual es beneficioso para la recaudación fiscal. Al mismo tiempo, ayuda a reducir la dependencia del efectivo, lo que mejora la seguridad y reduce costos logísticos para empresas y consumidores. No obstante, la creciente adopción de pagos digitales también plantea desafíos. Para los bancos y procesadores de pagos, la infraestructura debe ser capaz de manejar un volumen cada vez mayor de transacciones, garantizando la seguridad y rapidez en el procesamiento. Además, la inclusión financiera sigue siendo un objetivo pendiente, especialmente para alcanzar a las poblaciones rurales y de bajos ingresos que aún no cuentan con acceso regular a servicios financieros.
Fuente: MF Economía e inversiones, con datos del MEF.