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La Asociación Paraguaya de Operadores de Juegos de Azar (Apoja), la Asociación Paraguaya de Empresarios de Juegos de Azar (Apeja) y la Cámara Paraguaya de Juegos de Azar (CPJA) emitieron un comunicado conjunto dirigido al presidente de la República, el cual titularon “El juego no es un juego”. El material fue difundido en la prensa, el jueves 23 de mayo último.
Lorena Rojas, de Apeja y vocera designada por los gremios, lamentó que no se aprecia un plan para el rubro, a nueve meses de haber asumido el actual gobierno.
“Seguimos sin contar con la visión y decisión política firme y concreta de crecer y volvernos una industria del entretenimiento, tal como se aprecia en el resto del mundo”, afirmó.
Agregó que Paraguay ha alcanzado una estabilidad macroeconómica notable en los últimos años, que incluso es admirada en la región.
“Esa estabilidad y el crecimiento deben continuar siendo potenciados con seguridad jurídica y estabilidad política que generen condiciones atractivas para las inversiones. Sin embargo, nuestro rubro parece una isla de atraso”, observó.
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Rojas explicó que el estancamiento del rubro se evidencia con la falta de actualización de la normativa, pues sigue vigente la Ley N° 1016/97 del Régimen de Juegos de Azar.
“Existe una mirada política estrecha y una falta de adaptación a la gigantesca revolución tecnológica que todos vivimos y a ritmos exponenciales, con las redes sociales, interacción bidireccional con los medios de comunicación y las noticias, y ahora la Web 3.0 inteligente y multidispositivo, basado en el cliente y no en una marca”, dijo.
Mencionó que el contexto exige que marco legal estimule la competencia. “Un marco jurídico creíble atrae y desarrolla una industria exportadora, y no solo de juegos sino de tecnología asociada”, dijo.
Este desarrollo no se aprecia en el país porque rige monopolio otorgado por el Estado, lo que genera exactamente todo lo contrario.
La falta de credibilidad hace que en el rubro se pregunten: ¿Quién explica cuál es el cálculo económico en el que se basa la cantidad de casinos, tipos de juegos, o máquinas que deberían existir?. “Es imposible calcularlo”, puntualizó Rojas.
Por ese motivo, señaló que urge una planificación con miras al futuro, que se regulen las condiciones de operación de las empresas dedicadas a las apuestas, a fin de salvaguardar la libertad de elección de los jugadores (clientes).
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Actualmente, los juegos de la quiniela y apuestas deportivas son concedidas vía licitación y en cada caso, sólo una es la empresa adjudicada para su explotación en el país.
Lavado de dinero
Rojas observó que la naturaleza de los juegos de azar, por cómo es el negocio y la relación con el apostador, es propensa al lavado de dinero, razón por la que el Grupo de Acción Financiera Latinoamericana (Gafilat) recomendó que el rubro esté obligado a reportar operaciones sospechas.
En ese sentido, la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) emitió la Resolución N° 258/20 que establece el reglamento para administración y gestión de riesgos en el rubro de juegos de azar. Ese documento es “muy severo”, pero se debe tener voluntad política para hacerlo cumplir, según dijo.
“El cumplimiento de esa resolución mitiga el riesgo (de lavado de dinero) considerablemente, y va más allá de que exista o no monopolio”, dijo. Sin embargo, el desafío es su cumplimiento real y, a modo de ejemplo, mencionó el caso de tragamonedas, cuya ley fue sancionada hace dos años pero no cumplida.
“La Ley N° 6903/22 exige la adopción de tecnologías importantes, lo cual está muy bien, pero de qué sirve si no se cumple”, reflexionó. Hoy en las calles abundan esas máquinas, exponiendo al desarrollo de la adicción a las apuestas a los menores de edad (ludopatía). Esos juegos se permite sólo en locales exclusivos de juegos de azar, y de libre acceso sólo a adultos, conforme a la normativa vigente.
Rojas indicó que los empresarios creen que el cumplimiento de la norma actual sobre lavado requiere una decisión política firme que integre a la Fiscalía, al Poder Judicial y a la Policía.
¿Qué dice Conajzar ?
Carlos Liseras, presidente de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), el organismo que regula los juegos de azar en Paraguay, coincidió en que la normativa de juegos de azar requiere una reforma, que se traduzca en autonomía, autarquía presupuestaria y personería jurídica. Las declaraciones las brindó a ABC, tras la postura emitida por los gremios.
“La Ley 1016/97 del Régimen de Juegos de Azar debe ser remplazada totalmente por una normativa nueva, moderna, que esté acorde con los tiempos que vivimos, que contemple todas las modalidades de juegos modernos y por sobre todas las cosas, que faculte y permita al ente regulador a contar con la cantidad necesaria de funcionarios, de tecnología y la herramienta legal para un estricto y verdadero control a los operadores de juegos de azar, como así también el combate real y efectivo a los grupos que se dedican a la explotación clandestina de juegos de azar”, manifestó Liseras.
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En una conversación anterior, había mencionado que presentó un proyecto de ley de reforma pero no se tuvo más novedades.