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En marzo del presente año la actividad económica presentó una desaceleración importante, en tanto que las ventas sorprendieron con una caída del 3,9% en el mismo periodo, de acuerdo con los datos oficiales. A estos informes se suman el aumento del desempleo en 6,9% en el primer trimestre, y un índice de confianza que viene en retroceso.
La economista Marta Coronel de la Consultora Mentu reflexionó sobre estos temas y explicó que la confianza de los consumidores es el reflejo de varias cuestiones, entre ellas menores ingresos, alta informalidad, inflación, que llevan al consumidor a priorizar sus gastos.
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La caída de las ventas se debe más bien a que la gente no está teniendo aún suficientes ingresos consolidados y estables, a eso se suma el precio de productos como el de los alimentos, que está más caro. Esto hace que no pueda comprar otra cosa, por ese lado se dio la caída en el comercio en cuanto a las ventas”, detalló la economista Marta Coronel.
En cuanto a la actividad económica, la profesional detalló que, pese a la desaceleración que se dio en marzo (0,2%), todavía se encuentra en línea con lo que esperado para este año en torno al 4% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Aunque advirtió que este clima un poco inestable podría ser un riesgo para algunos cultivos.
Puntualmente, en la actividad de la construcción, añadió que no termina de levantarse debido a la baja ejecución de obras, tanto públicas como privadas, afectando igualmente a la venta de rubros relacionados con esta actividad y a la ocupación, que baja. Los obreros no tienen suficientes trabajaos, hay menos ingresos y por ende esas personas también gastan menos; entonces priorizan gastos como alimentos y otras necesidades básicas.
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En lo que respecta a los combustibles, detalló que igualmente ante el menor flujo de ingresos la gente deja su vehículo y utiliza más el transporte público.
Añadió que el aumento del desempleo de 5,2% a 6,9% refleja justamente este deterioro en los ingresos en este primer trimestre. “ Las personas lo que hacen en esa situación es priorizar gastos, y dejan de usar el auto y usan más el colectivo”
El mismo comportamiento también se observó en los supermercados, la gente empieza a priorizar gastos.
Según la profesional, otro factor que pesa en la caída de los ingresos es la alta tasa de informalidad, alrededor del 62% de los ocupados no agropecuarios, según el INE. Son 1.520.000 personas que se desempeñan en actividades independientes, cuentapropistas y emprendimientos personales, mayormente en la informalidad. Detalló que estas personas por lo general no tienen un flujo estable de ingresos, y son muy susceptibles ante eventos adversos como el clima, suba de precios y cuando hay estos tiempos de incertidumbres, son más cautelosos los consumidores
De hecho el Índice de Confianza (ICC) nuevamente ha mostrado un retroceso en abril y cuando el consumidor tiene una expectativa menor, gasta menos también.
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Riesgos para la actividad
En cuanto a los riesgos que se observan para la actividad económica, Coronel detalló que se darán más por los factores externos, como la suba del tipo de cambio, situaciones que puedan incidir en los precios de los comodities o los mercados. Otro riesgo importante es el clima inestable, hace que parte de la zafra no se haya recogido, aunque a otros rubros le vino bien. Dentro de todo creemos que cerraríamos en alrededor del 4%. Son cuestiones que hacen que la dinámica sea menor a la esperada” explicó la economista de la Consultora Mentu.
Sorprendió la caída de las ventas, demuestra que el consumidor no está todavía confiado plenamente, que la recuperación va seguir con estas lluvias; la inflación que fue mayor que la esperada, el tipo de cambio. Parece que está lejos, los capitales van para allá pero el tipo de cambio sube