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“Una de las claves para tener un programa que sea robusto en lo que es el manejo de enfermedades en soja son los momentos de aplicación. En esta zafra que está pasando quedó más que marcada la importancia de una buena aplicación en la etapa vegetativa del cultivo, y que esto es crucial. Está demostrado que el momento de la aplicación y el uso de buenos fungicidas para el control de enfermedades puede ser fundamental y hasta definir el éxito o fracaso del manejo”, empezó diciendo la profesional.
Sí o sí a los 25 días, en vegetativo
“Hoy podemos decir, que ya no se puede discutir sobre esa primera aplicación de fungicida a los 25 días de emergida la soja, porque esa aplicación es clave; y podemos afirmar que incluso es la que hace la diferencia en años de presión como el que se dio en inicios de esta campaña 2023/2024. Muchos piensan solo en roya, pero las enfermedades de fin de ciclo no se han quedado atrás”, confirmó.
Segunda aplicación a los 10 días
“Otro punto superimportante que no debe descuidar el productor si quiere tener éxito con esa primera aplicación en vegetativo, es que, entre esa aplicación que ya mencionamos y la aplicación verdadera de base fuerte, no se puede dejar un intervalo superior a los 10 días. Y debemos decirlo, lastimosamente es un error que muchos productores cometen; entran temprano con la aplicación a los 25 días, pero después esperan 15 a 20 días para realizar la siguiente aplicación de base fuerte de fungicidas, entonces todo lo que se hizo al inicio, se pierde al final”, explicó.
La tercera, a los 14 días
Le consultamos si siguen las aplicaciones contra enfermedades luego de las 2 iniciales. “Además de lo ya mencionado en lo referente a la primera aplicación de fungicidas para el control de enfermedades a los 25 días, y una segunda aplicación a los 10 días, es que entre cada aplicación verdadera el productor no debe dejar un intervalo superior a los 14 días, lo cual es clave, porque ningún fungicida brinda un residual de 20 o 25 días, y esto tiene una explicación muy lógica: la soja va formando trifolios nuevos que no están protegidos, entonces cada 14 días se debe volver con una nueva aplicación de fungicidas para lograr un mejor control”.
Cómo definir hasta cuándo aplicar
“Al dar estas explicaciones de aplicar a los 25 días, luego a los 10 días y luego cada 14 días, los productores cuestionan que son muchas aplicaciones atendiendo a que la soja hasta la cosecha tiene un periodo de 4 meses, por lo que la explicación que damos es la siguiente: hay que empezar bien haciendo la primera aplicación en vegetativo, y luego las dos primeras aplicaciones verdaderas a rajatabla, y después el productor ya va a tener una noción de cómo viene el año, de cómo está la presión de enfermedades y allí va a poder ir regulando o apretando”, destacó la profesional.
Un inicio débil puede terminar mal
Finalmente, la ingeniera Anette Stolle dijo: “Lastimosamente en esta zafra principal 2023/2024 (inició en setiembre) se dio el escenario donde muchos productores no tuvieron en cuenta la presión de enfermedades y empezaron programas con aplicaciones débiles, con intervalos inadecuados, y luego cuando el problema ya estaba instalado y fortalecido quisieron utilizar los productos como curativos. Vimos a agricultores desesperados buscando morfolinas para intentar atenuar sus problemas recién en la tercera o cuarta aplicación, y dicho producto ya no estaba en el mercado, por tanto vieron cómo sus cultivos fueron tomados, tanto por roya como por enfermedades de fin de ciclo”.