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Dionisio Borda habló con ABC de los 100 días de gobierno del presidente de la República, Santiago Peña, que a su criterio prácticamente no avanzó en las reformas económicas y sociales que necesita el país.
Explicó que el presidente arrancó su gobierno con una holgada doble mayoría parlamentaria, una situación privilegiada que lamentablemente lo desperdició. “Juega con el arco libre y el árbitro a su favor para avanzar con las urgentes reformas estructurales que necesita la economía, sin embargo, él la desperdició”, indicó.
El exministro dijo que Peña se dedicó, por un lado, a viajar mucho tiempo para anunciar “el despertar de un gigante” y, por otro lado, pareciera que sigue en campaña electoral y se olvida que tiene su hoja de ruta que es cumplir con las condiciones del acuerdo de Instrumentos de Coordinación de Políticas del FMI, vigente hasta el 2024.
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Al respecto, refirió que los objetivos son explícitos: asegurar la estabilidad y resiliencia macroeconómicas; impulsar las reformas del sector público; y mejorar la protección social e incorporar a los trabajadores informales a la economía.
Peña no mostró autonomía de Horacio Cartes
Borda afirmó que Peña no mostró autonomía de su mentor político y presidente de su partido, Horacio Cartes, y que el comando político del movimiento HC, en la práctica, reemplaza o compite con su gabinete de ministros.
Además, muchas decisiones tomadas fueron revertidas, como el intento de derogar el acuerdo con la Unión Europea, que finalmente quedó demostrado que fue simplemente una consigna de campaña.
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También citó la reposición de los profesionales que ingresaron por concurso en Itaipú, la crisis de la cárcel de Tacumbú, que realmente fue lamentable negociar con el clan Rotela, con el administrador de la penitenciaría y el ministro de Justicia, Ángel Barchini, que a su criterio debería ser el fusible, pero sigue en el cargo porque el Presidente no tiene plenamente la lapicera. “Con viento a favor, la figura de Peña está prematuramente desgastada. Es una lástima para nuestro país”, refirió.
Las reformas pendientes
Dijo que tenía una expectativa alta, ya que el Equipo Económico de Peña tiene oficio y tuvo suficiente tiempo para elaborar la estrategia de corto y mediano plazo, así como también conocían la hoja de ruta del acuerdo con el FMI.
Sostuvo que todos conocíamos que las tareas inmediatas eran: la reforma de la Caja Fiscal, del servicio civil, la creación de la Superintendencia de Pensiones, la reforma de la organización administrativa del Estado, las reglas fiscales 2.0 para controlar el aumento del déficit fiscal y del coeficiente de la deuda pública.
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Además, puntualizó que sobre todo las acciones concretas para saldar la gran deuda social con la gran mayoría de los sectores vulnerables urbanos y rurales, por los dos años de recesión, pandemia, pérdida de empleos y de la capacidad adquisitiva, por el aumento de la inflación y de la canasta básica de consumo de los pobres.
Borda afirmó que está sorprendido que el gobierno prácticamente no avanzó en estos temas económicos y sociales, pero curiosamente priorizó la creación del Ministerio de Economía y Finanzas, hasta ahora sin carta orgánica, y la creación de otro órgano autónomo y autárquico como la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT).
Ambas instituciones fueron sancionadas a tambor batiente, sin discusiones por la doble mayoría parlamentaria “reforzada” , aseveró en referencia a los opositores cartistas.
Cambios deben imponerse al clientelismo
Señaló que las reformas deben imponerse al clientelismo y prebendarismo del partido de gobierno, que el intento de modificar la ley de la puerta giratoria o tráfico de influencia es una prueba de la falta de ética en el sector público.
A eso le sumó como tema preocupante la falta de información sobre la negociación del tratado de Itaipú, principalmente el Anexo C. “El temor es repetir la historia de hace 50 años, negociar entre gallo y media noche a espalda de la ciudadanía”, alertó.
Expresó que la relación con Argentina por el tema de cobro por la hidrovia, suspendiendo la cesión del 50 por ciento de energía de Yacyretá al vecino país fue un fiasco internacional. “Nunca pudo cumplir el directorio paraguayo”, refirió.
Convergencia fiscal y deuda al tope
El exministro de Hacienda sostuvo que la extensión del plan de convergencia fiscal perjudica nuestra credibilidad como país, ya que el gobierno anterior se comprometió a volver al tope fiscal en 2024 y el gobierno actual decidió extender al 2026, con tasas más altas para los tres años previos (2023-2025). “La regla de responsabilidad fiscal es nueva y no debiéramos incumplirla”, argumentó.
Con respecto a la deuda, expresó que estamos llegando al tope de nuestro nivel de endeudamiento teniendo en cuenta nuestra baja capacidad de pago. “No se trata de decir que el Paraguay tiene el coeficiente más bajo de endeudamiento, desacoplando de la baja presión tributaria, que es una de la más baja de la región”, afirmó.
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A su criterio, el superpoder o el cheque en blanco (emitir bonos o préstamo) no se puede hacer a la espalda del Congreso, por lo que dijo no entender esta medida cuando el gobierno tiene una doble mayoría parlamentaria. “Algunos abogados consideran inconstitucional”, insistió.
Señaló que el acceso a los recursos del FMI de US$ 400 millones está condicionado al cuidado del medio ambiente y proteger los bosques. “No es un cheque en blanco. La deforestación es de 8 hectáreas cada hora, según INFONA (2020-2023)”, insistió.
Borda también criticó que en el proyecto de presupuesto 2024 se haya priorizado el aumento salarial para las principales autoridades del Ejecutivo y parlamentarios, lo que consideró lamentable. “Lo peor del presupuesto consiste en la poca asignación para la inversión en capital humano, como en salud, educación, nutrición, agua potable, entre otros. Necesitamos triplicar para estar a nivel de la región”, aseguró.
Los aciertos del gobierno
Con relación a los aciertos del gobierno en estos 100 días, Borda citó la reducción de los precios de combustibles (G. 850/litro) que benefició a una parte de la población con autos y motos, pero que la mayoría que usa transporte público no fue beneficiada. “Sigue sufriendo las reguladas y la extrema inseguridad por los asaltos”, indicó.
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Otra medida acertada, dijo que fue la integración del Conacyt con miembros investigadores, “el nombramiento del presidente de la entidad con credenciales académicas y la designación del asesor científico de la presidencia es una personalidad con prestigio internacional”.
A esto se suma, obviamente, el manejo de la política monetaria, que sigue manteniendo su prestigio y recuperando la meta de inflación y buen manejo del tipo de cambio, expresó.
Se descuidaron las políticas sociales
En cuanto a los errores en este periodo de gobierno, Borda insistió en que hasta ahora se descuidó las políticas sociales en una coyuntura económica muy adversa.
“La pobreza entorno al 25 por ciento y los sectores vulnerables cargan una pesada mochila, consecuencia de la pandemia. La estimación de su efecto es por lo menos equivalente a un retroceso de un quinquenio y con algunas secuelas irreversibles, como muertes, orfandad, deserciones escolares”, añadió.
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A su criterio, la atención a la salud (insumos, medicamentos, equipamientos, personal) de parte de este gobierno fue lamentable, el personal de blanco a través de los medios de comunicación denuncia la poca atención del gobierno. “La gente pide auxilio por la falta de medicamentos e insumos”, puntualizó.
Igualmente, dijo que la educación debería ser laica y responder a las orientaciones científicas y profesionales, que están bajo riesgos los niños por la influencia de grupos religiosos negacionistas, principalmente evangélicos, que tratan de imponer sus prejuicios que afectarían la formación de los niños y niñas.