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Javier Balbuena, expresidente de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), presentó su libro “El juego no es un juego”. El evento se desarrolló al final de la jornada del “5° Conversatorio de juegos de azar” el martes último, en el Hotel Guaraní.
La actividad fue organizada por la Cámara Paraguaya de Juegos de Azar (CPJA), la Asociación de Operadores de Juegos de Azar (Apoja) y la Asociación de Empresarios de Juegos de Azar (Apeja), y contó con la participación de autoridades tales como de la senadora Esperanza Martínez y del viceministro de Tributación, Óscar Orué; además de representantes de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac), entre empresarios y especialistas del rubro extranjeros y locales.
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Las autoridades que “brillaron” por su ausencia son los miembros de Conajzar. Actualmente, la comisión está presidida por María Galván del Puerto, y los demás integrantes son Alma María Irene Muhr Riera, representante del Ministerio del Interior; Hernán Isidro Rivas Román, representante de las municipalidades; Rubén Antonio Rousillón Baires, representante de las gobernaciones, y César Eladio Romero Rojas, de la Dirección de Beneficiencia y Ayuda Social (Diben).
Con relación al libro, en el mismo Balbuena indicó que se describe las regulaciones de la mencionada comisión y realiza un análisis de la crisis jurídica derivada de la decisión de esta institución con relación a la “regularización” de tragamonedas.
Se trata de la Resolución N° 34/2020 con la cual la Conajzar autorizó el uso de las máquinas en comercios no exclusivos de juegos de azar, violando la disposición de la Ley N° 1016/97 del Régimen de Juegos de Azar. Esa decisión fue revocada tras la intervención del Congreso, que sancionó una nueva ley para ratificar lo dispuesto ya por la ley.
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Balbuena indicó que del 2013 al 2018 en Conajzar se realizaron diversas gestiones en favor del desarrollo institucional de la comisión y que beneficiaron la imagen del rubro. Sin embargo, consideró que hubo un retroceso.
Añadió que la intención es dejar en claro los antecedentes que considera positivos para el rubro y, por supuesto, poner al descubierto las acciones que destruyeron la imagen del sector “para que nunca más nadie, por más poder político que tenga, intente regular algún juego de azar con principios violatorios de las normas legales”, dijo.
Cabe recordar que siete personas están acusadas por gestiones de juegos de azar, y de esas, cinco ejercían las funciones como miembros de Conajzar. En el marco de esa investigación, la Fiscalía allanó la oficina de la comisión a inicios de este año y se incautó de documentos y equipos informáticos.
La causa se encuentra “congelada”, tras la presentación de chicanas.