Al mallorquín se le volvió a ver muy a gusto en la arcilla de Roma, aunque también es verdad que su rival de hoy no le complicó las cosas y sucumbió en una hora y 17 minutos.
El partido se decidió ya desde el tercer juego del primer set, cuando Nadal rompió el servicio a su compatriota, número 26 del mundo, y desde ese momento dominó sin problemas.
Nadal se mostró implacable en la pista central del Foro Itálico, ante uno de sus “ mejores amigos en el circuito ” , al que no le salió nada bien y que evidenció signos de desesperación al no poder responder a los golpes del número 3 del mundo.
En algunas ocasiones, Nadal, consiente de su superioridad, arriesgo con algún golpe imposible para intentar cerrar el partido, pero no siempre le salió bien y por ello coleccionó hasta 17 errores no forzados.
Tanto Nadal como Granollers tuvieron que echar cuentas con las fuertes ráfagas de viento que levantaban el polvo de ladrillo y que está causando problemas a todos los jugadores en esta jornada.
Al número 3 del tenis mundial le espera ahora un rival, a priori, asequible, el checo Tomas Berdych, número 7 del mundo, que hoy se deshizo del español Nicolás Almagro.
Nadal ha ganado al checo once de las catorce veces que se ha enfrentado a él, la última en el cemento del Abierto de Australia.
Nadal superó ayer en su debut en Roma al alemán Florian Mayer, quien le había derrotado en Shangai por 6-1 y 7-5.