Swiatek, la número uno mundial, superó a Jabeur, quien será número dos el lunes, por 6-2 y 7-6 (7/5) en una hora y 51 minutos de juego en la pista central de Flushing Meadows (Nueva York).
La polaca, de 21 años y doble campeona de Roland Garros (2020 y 2022), sigue intratable en las finales, con un pleno de triunfos en las 10 últimas que ha disputado, sin ceder un solo set.
“No sé” cómo lo he conseguido, aseguró la joven polaca en la premiación.
Al llegar a Nueva York “no esperaba mucho. Era un tiempo desafiante”, recordó.
“Tenía que estar enfocada y este torneo fue muy desafiante porque Nueva York es tan ruidosa, tan loca, hay tantas tentaciones en la ciudad, gente inspiradora que he conocido. Es realmente increíble para mí y estoy muy orgullosa de haberlo sabido manejar mentalmente”, afirmó.
Del otro lado, Jabeur, subcampeona en julio en Wimbledon, dejó escapar su segunda oportunidad de ser la primera tenista árabe y africana en alzar un título de Grand Slam.
La tunecina, de 28 años, se sobrepuso a un inicio fulgurante de Swiatek, que se llevó el primer set en media hora, y plantó batalla en el segundo hasta forzar el ‘tiebreak’, en el que llegó a tener una ventaja de 4-5.
“Lo he intentado de verdad, pero Iga no me lo ha puesto fácil”, reconoció.
“Ella merecía ganar hoy. Hoy no me cae muy bien, pero no pasa nada”, dijo con una ligera sonrisa. “Voy a seguir trabajando duro y vamos a conseguir este título pronto”.
La nueva autoridad
Tras su derrota ante Elena Rybakina en Wimbledon, Jabeur protagonizó un espectacular recorrido en Nueva York en el que solo cedió un set en seis partidos y arrasó con la francesa Caroline Garcia, la jugadora más en forma.
Primera africana que competía por el trofeo del US Open, Jabeur se estrelló en la final con una Swiatek que había avanzado por el torneo con perfil bajo.
La polaca venía de ser eliminada en tercera ronda de Wimbledon y con un discreto paso por los torneos de pista dura que restó brillo a su fabuloso inicio de año, con seis títulos incluida su segunda corona de Roland Garros.
Pero en el partido decisivo, Swiatek presentó su versión más demoledora y agregó el trofeo de un segundo Grand Slam a su vitrina.
En un circuito femenino sin clara dominadora desde el ocaso de Serena Williams, Swiatek es la primera en conquistar dos de los cuatro Grand Slams en la misma temporada desde 2016.
En el torneo de despedida de Serena Williams, Swiatek también fue la primera jugadora en llegar a siete títulos en un año desde que lo logró en 2014 la estrella estadounidense.
Remontada frustrada
Ahuyentando la presión, Jabeur entró sonriendo a la pista y saludando al público mientras Swiatek seguía su ritual de concentrarse escuchando rock duro en sus audífonos.
Su arranque de partido fue igual de contundente. En un abrir y cerrar de ojos Swiatek estaba en cabeza 3-0.
Jabeur, con el brazo encogido y superada por la velocidad de piernas y golpes de Swiatek, tomó aire y conectó dos espectaculares golpes paralelos con los que comenzó a soltarse.
La reacción resultó un espejismo y la polaca mantuvo su trepidante ritmo y presión, sumando cuatro juegos consecutivos y anotándose la primera manga en media hora.
Jabeur, una de las jugadoras más consistentes del circuito, tampoco encontró respuestas al huracanado tenis de su rival en el inicio del segundo set, en el que dejó caer varias veces la raqueta de desesperación.
Swiatek no la dejaba levantar cabeza y la mandó al primer descanso con ventaja 3-0. La tunecina, ante el último tren para meterse en la final, pasó a asumir más riesgos y golpe a golpe fue recuperando la confianza.
Jabeur empató 4-4 y tuvo hasta tres pelotas para quebrar y servir para ganar el set.
Aunque Swiatek escapó de la situación, Jabeur contuvo después una pelota de partido y forzó el ‘tiebreak’ en medio del júbilo del público, que ansiaba vivir un tercer set.
En un desempate de alta tensión, la tunecina llegó a tener una ventaja de 4-5 pero dos errores la condenaron a sufrir su segunda derrota en finales grandes y permitir la consolidación de Swiatek como nueva autoridad del tenis femenino.
“Me alegro mucho de que no sea en efectivo”, bromeó la polaca al recibir el cheque de 2,6 millones de dólares para la ganadora.
La final masculina la disputarán el domingo el español Carlos Alcaraz y el noruego Casper Ruud. El ganador alzara su primer título de Grand Slam y se convertirá también en el nuevo número uno de la ATP.