Estrellas de la selección neozelandesa como Michael Jones o Frank Bunce portaron hasta el terreno el féretro con la bandera negra de Jonah Lomu mientras resonaba en el estadio un canto maorí de duelo.
La viuda del jugador, Nadene, y sus hijos Brayley, de 6 años, y Dhyreille, de 5 años, con blusas negras ornadas con el número 11 de su padre, seguían el féretro cabizbajos.
El mítico alero de los All Blacks sufría desde hace mucho unos problemas renales que lo obligaron a acabar antes de tiempo una brillante carrera. Lomu falleció súbitamente el 18 de noviembre en su domicilio de Auckland a la edad de 40 años.
La ceremonia, previa a un funeral privado el martes, fue transmitida en directo por las principales televisiones neozelandesas.
Considerado la primera estrella mundial del rugby, Jonah Lomu marcó 37 ensayos en 63 selecciones entre 1994 y 2002 con la camiseta neozelandesa y fue finalista del Mundial 1995.