“Me gustaría pensar que la natación está limpia, pero nunca es definitivamente seguro de que todos los nadadores estén limpios”, señaló el deportista más condecorado en la historia olímpica con 22 medallas, 18 de estas de oro.
Phelps señaló que “algunos (nadadores) están limpios, otros no, pero cuando me despierto todas las mañanas, me centro en lo que estoy haciendo yo, lo que es mi responsabilidad, que es lo único que importa”.
De 31 años, Phelps intentará ganar a partir del domingo en Nebraska su clasificación para Rio de Janeiro 2016, su quinto Juegos Olímpicos y probablemente su último desafío.
El estadounidense había terminado su carrera después de los Juegos Olímpicos Londres 2012, pero hace dos años anunció su regreso a la competencia con la esperanza de participar por quinta vez en una cita olímpica de verano.
El ’Tiburón de Baltimore’ compitió en los Juegos de Sydney 2000 (ninguna medalla); Atenas 2004 (6 de oro, 2 de bronce); Pekín 2008 (8 de oro) y Londres 2012 (4 de oro, 2 de plata).
La natación recientemente se ha visto sacudida por varios casos de dopaje, que afectan en particular a China y Rusia -países que ya están en el medio de una crisis sin precedentes con sus equipos de atletismo de cara a la cita de Rio (5 al 21 agosto).
La rusa Yulia Efimova dio positivo al meldonium, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) desde enero, pero su suspensión provisional fue levantada por la Federación Internacional de Natación (FINA).
La nadadora, de 24 años, medallista de bronce en los 200 metros pecho en Londres 2012 y cuádruple campeona del mundo, había dado positivo en 2014 por un esteroide anabolizante, lo que le valió una suspensión de 16 meses.
Su compatriota Yana Martynova dio también positivo por una hormona sintética, y ha sido suspendida por cuatro años.